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Carencia de inversión en tiempos desafiantes

¿Qué factores están detrás del debilitamiento de la inversión y el deterioro de la confianza empresarial? La pandemia y las políticas y decisiones del gobierno contra el sector privado.

El fortalecimiento del Estado de derecho y el combate a la inseguridad son temas estructurales clave para que la economía mexicana pueda tener un crecimiento acelerado, más allá del rebote que registrará este año tras la caída histórica de 2020.

Una expresión de sus efectos adversos es la prolongada debilidad de la inversión y el deterioro de la confianza empresarial en el país.

El lunes el Inegi dio a conocer que en junio pasado la inversión productiva en México se redujo 1.8 por ciento mensual, que representa su mayor contracción desde septiembre de 2020.

La recuperación de la inversión fija bruta se estancó en el segundo trimestre del año, periodo en el que presentó retrocesos en dos de sus tres meses.

La inversión productiva aún se ubica 6.5 por ciento por debajo del nivel observado entre enero y febrero de 2020, antes de la pandemia.

Pero yendo más atrás, la inversión fija en junio se halla 15.6 por ciento por debajo del nivel alcanzado en octubre de 2018, cuando fue cancelado por ‘decisión del pueblo’ el proyecto del aeropuerto de Texcoco.

En tanto, el indicador de confianza empresarial registró en agosto pasado una reducción en los sectores de manufactura, construcción y comercio respecto al mes precedente, algo que no se observaba desde mayo de 2020, en la primera ola de la pandemia.

En los tres casos el indicador reflejó la cautela de los directivos empresariales sobre si este momento es el adecuado para invertir y sobre la situación económica del país.

¿Qué factores están detrás del debilitamiento de la inversión y el deterioro de la confianza empresarial?

El principal es la incertidumbre causada por la pandemia, a la que se suma la ocasionada por las políticas y decisiones del gobierno federal contra el sector privado.

Uno más es la desaceleración de actividades en la construcción y las manufacturas, que puede nublar la perspectiva de recuperación del sector industrial.

En el caso de las manufacturas, siguen afectando los problemas causados por la escasez de insumos y los cuellos de botella en las cadenas globales de suministro, especialmente en la industria automotriz.

Tan es así que en agosto la producción de vehículos ligeros en México fue 21.4 y 31.2 por ciento menor que la del mismo mes de 2020 y 2019, respectivamente, afectada por las disrupciones en el suministro de piezas clave, como los semiconductores.

La encuesta mensual que realiza el Banco de México entre especialistas del sector privado muestra que otros factores se asocian sobre todo con los problemas de gobernanza en el país.

En la encuesta de agosto, publicada la semana pasada, los analistas consultados consideran que, a nivel general, los principales factores se relacionan con la gobernanza (50 por ciento de las menciones).

A nivel particular, los principales factores son la incertidumbre política interna (15 por ciento de las respuestas); los problemas de inseguridad pública (también con 15 por ciento), así como otros problemas de falta de Estado de derecho (10 por ciento).

Los bloqueos a las vías férreas en Michoacán son una clara expresión de la debilidad institucional en la que el Estado se muestra vulnerable, una vez más, frente a los maestros de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación, cuyas demandas son ajenas a la operación del servicio de transporte ferroviario de carga.

Además, con la interrupción del paso de los trenes se agrava el colapso de las cadenas de suministro en diversas industrias y se afecta el empleo de cientos de trabajadores.

Suman ya 39 días en los que se mantiene cerrado el paso de trenes en Caltzontzin, municipio de Uruapan, bloqueando el transporte de mercancías desde un punto estratégico, como el puerto de Lázaro Cárdenas.

Ojalá que el gobierno atienda el llamado del Consejo Coordinador Empresarial para poner fin a los bloqueos de vías férreas en Michoacán, pues de prevalecer agudizarán el ambiente de debilidad institucional en el país.

No está por demás recordar que un factor determinante de la carencia de inversión productiva y, por tanto, de crecimiento económico es la falta de Estado de derecho.

Sin duda son tiempos desafiantes.

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