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Los analistas se volvieron a equivocar

Banxico anunció un incremento en su tasa de referencia de medio punto porcentual, el doble de lo que anticipaba la mayoría de los analistas, al pasar de 5.0 a 5.5%.

Las proyecciones de la inflación general del Banco de México, publicadas en el anuncio de política monetaria del pasado jueves 16 de diciembre, se ubicaron en 7.1 y 3.5 por ciento para finales de 2021 y 2022, respectivamente.

Se anticipa que la inflación general converja a la meta puntual de 3 por ciento hasta finales de 2023, es decir, en dos años más.

Las previsiones de la inflación general en la encuesta entre especialistas en economía del sector privado de Banxico, publicada este 17 de diciembre, se elevaron a 7.6 por ciento para el cierre de este año y a 4.2 por ciento para 2022.

Si bien las expectativas para 2023 se mantienen en 3.6 por ciento, están por arriba de la meta y corren el riesgo de deteriorarse ante la prolongación de las presiones inflacionarias y la dificultad para combatirlas.

Son crecientes las preocupaciones en torno a los elevados niveles de la inflación, donde los choques que han incidido sobre los precios ya no se consideran transitorios ni de efecto temporal.

El jueves, Banxico no sólo anunció un incremento en su tasa de referencia de medio punto porcentual, el doble de lo que anticipaba la mayoría de los analistas, al pasar de 5.0 a 5.5 por ciento, sino que mostró un cambio de retórica.

La referencia a que “se considera que los choques que han incidido en la inflación son principalmente transitorios”, que todavía se incluyó en el comunicado de política monetaria del 11 de noviembre, se eliminó del anuncio de esta semana.

El banco central asume un tono de abierta preocupación con una retórica más restrictiva en el mensaje al mercado.

Habrá que ver si ese sesgo se mantiene con la nueva composición de la junta de gobierno por la incorporación en enero de Victoria Rodríguez como gobernadora.

En la encuesta que levanta el propio Banxico entre especialistas del sector privado, las presiones inflacionarias están por primera vez entre los tres principales factores que podrían limitar el crecimiento de la economía mexicana, junto con los problemas de gobernanza.

En la encuesta publicada este viernes, los especialistas consideran que, a nivel general, los principales factores se asocian con la gobernanza (48 por ciento) y las condiciones económicas internas (22 por ciento).

Pero a nivel particular, los principales factores son la incertidumbre política interna (15 por ciento de las respuestas), los problemas de inseguridad pública (14 por ciento) y las presiones inflacionarias en el país (12 por ciento).

Los tres implican una restricción interna al crecimiento económico en un entorno de fragilidad en la recuperación.

Dicho sea de paso, las perspectivas de crecimiento para la economía mexicana se revisaron a la baja para 2021, de 5.7 por ciento en la encuesta de noviembre a 5.6 por ciento en la de diciembre.

Aunque para 2022 las estimaciones de crecimiento se mantienen estables en torno a 2.8 por ciento, sugieren que nuestra economía crecerá a la mitad de lo que avance en este año.

Es más que obvio que la recuperación no podrá mantener su ritmo más allá del ‘efecto rebote’ de 2021 y que el próximo año habrá de desacelerarse significativamente.

Además, no hay que descartar un repunte en los contagios por una nueva ola de covid-19 asociada a la posible propagación en México de la variante ómicron del virus SARS-CoV-2.

Si bien es poco probable que se restrinja la movilidad, es posible que se afecte el proceso de recuperación económica, a lo que se suma el efecto negativo de las persistentes disrupciones en las cadenas de suministro sobre la industria automotriz y otras actividades de manufactura.

Mientras el balance de riesgos para el crecimiento está sesgado a la baja, el correspondiente a la inflación se deterioró y apunta al alza, como lo advirtió Banxico en su reunión de esta semana, en la que Alejandro Díaz de León se despidió como banquero central.

¿Factor sorpresa o decisión tardía? Tal vez sorprendió más que la mayoría de los analistas en el mercado anticipara un incremento de un cuarto de punto en la tasa y no de medio punto, como ocurrió.

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