Hoy muy temprano, a través de un comunicado de prensa del Inegi, conoceremos el dato de inflación en México al cierre de enero.
Aunque se puede anticipar una desaceleración respecto a los niveles observados en noviembre y diciembre pasados, la inflación general permanece elevada.
Por su parte, la subyacente, que es un referente de la tendencia inflacionaria, sigue enfrentando presiones significativas y mantiene una marcada tendencia al alza, por lo que todavía no ha alcanzado su pico.
Las expectativas de los analistas de mercados provenientes de la encuesta que levanta Citibanamex sugieren una inflación general de 7.0 por ciento anual en enero, menor a la del mes anterior.
Cabe recordar que en noviembre de 2021 la inflación general anual alcanzó su nivel más alto desde enero de 2001, casi 7.4 por ciento, dato que superó la previsión de los analistas y del Banco de México.
Para la inflación subyacente, que mide los precios de las mercancías y los servicios, las expectativas del mercado en la misma encuesta apuntan a cerca de 6.2 por ciento anual en enero.
La inflación subyacente anual en diciembre fue de 5.9 por ciento, la mayor para un cierre de año desde 2000.
Además, el componente subyacente de la inflación, que es muy relevante para la política monetaria de Banxico, acumuló 13 incrementos mensuales consecutivos en diciembre.
Por si fuera poco, después de que la inflación subyacente alcanzara 6.0 por ciento anual en la segunda quincena de diciembre, en los primeros quince días de enero de este año avanzó a 6.1 por ciento.
Esa es la razón por la que ya se considera preocupante el comportamiento del componente subyacente, que incide en la trayectoria prevista para la inflación, que está lejos de converger a la meta de 3.0 por ciento.
Los datos observados en la inflación y el riesgo de un mayor deterioro en las expectativas de mediano y largo plazos implican un reto para Banxico, que mañana hará su primer anuncio de política monetaria del año.
La mayoría de los analistas encuestados por Citibanamex anticipa que la tasa de interés de referencia aumentará medio punto, de 5.5 a 6.0 por ciento, en la decisión de esta semana.
Las 31 instituciones participantes en la más reciente encuesta, publicada por Citibanamex el viernes pasado, prevén un aumento en la tasa de Banxico esta semana. Y de ellas, 23 anticipan un incremento de medio punto.
Para el cierre de 2022, la tasa de referencia ahora se estima en 7.0 por ciento, mayor que la de 6.75 por ciento prevista en la encuesta de dos semanas antes.
Quiere decir que, en un entorno inflacionario altamente retador, Banxico continuará con el ciclo de alzas en su tasa, más aún ante el inminente inicio del ‘apretamiento’ de las condiciones monetarias en Estados Unidos por parte de la Reserva Federal.
El hecho de que la Fed comience su proceso de ‘normalización’ de tasas en marzo, como está previsto, puede implicar salidas de capital y presiones cambiarias en México.
Si bien se requiere continuar con el ciclo de alzas en la tasa, la discusión en la Junta de Gobierno de Banxico se centrará en incrementar un cuarto o medio punto otra vez, como en diciembre.
En la decisión anunciada el 16 de diciembre, cuando la tasa subió de 5.0 a 5.5 por ciento, la votación fue 4 a 1 a favor del alza de medio punto, con el voto en pro de un aumento de sólo un cuarto de punto del subgobernador Gerardo Esquivel.
Por lo mismo, es difícil que la decisión que se anunciará mañana se tome por unanimidad de la Junta, después de cinco decisiones por mayoría para elevar la tasa de referencia.
Será la primera reunión con la nueva gobernadora, Victoria Rodríguez, cuyo voto es fundamental ante el reto que representan las presiones inflacionarias para la toma de decisiones en Banxico.
Pero, como señala en un comentario el equipo de análisis económico de Banorte, “desde que asumió su rol como gobernadora, no hemos tenido comentarios públicos de Victoria Rodríguez”. Por lo tanto, cualquier estimado sobre su sesgo es altamente incierto.
Lo importante es que el balance de fuerzas en la Junta de Gobierno sobre las decisiones de política monetaria no se pierda ni que la credibilidad de Banxico se ponga en riesgo.