Una vez más, el presidente López Obrador llamó “respetuosamente” al Banco de México a no aumentar la tasa de interés de referencia.
Durante su conferencia matutina del miércoles, en la que se presentó el Paquete contra la Inflación y la Carestía, el mandatario se sinceró:
“Si me preguntan acerca de cuáles son mis preocupaciones de estos días, diría que entre las principales preocupaciones está la inflación”.
Y abundó: “esto es lo único que nos preocupa en la parte económica porque, si observan el peso, a pesar de que se ha anunciado que van a aumentar las tasas en Estados Unidos medio punto, ya el puro anuncio podría haber provocado una depreciación mayor de la moneda. Pues no. Sí hubo algo (de presión) la semana pasada, pero ya de nuevo está apreciándose nuestra moneda, y esto ayuda mucho porque también tenemos que procurar que no nos aumenten las tasas”.
Pero “desde luego, el Banco de México es autónomo y ellos tienen que decidir, y vamos a ser respetuosos de la autonomía del Banco de México, pero entre menos suban las tasas de interés, mejor para que haya inversión y tengamos crecimiento económico”, dijo AMLO.
Malas noticias para el presidente y para los mexicanos, pues la inversión continúa de capa caída y su debilidad no responde precisamente al incremento de la tasa de interés de Banxico.
Este viernes el INEGI dio a conocer que en febrero pasado, la inversión fija bruta en México se contrajo 3 por ciento mensual, que representa su mayor caída desde junio de 2021.
Además, interrumpió una racha de cuatro meses consecutivos de crecimiento.
El repliegue de la inversión no sólo le hizo perder lo ganado, sino que le llevó a un nivel similar al de marzo de 2011, por lo que presenta un rezago de 11 años.
La inversión productiva en el país aún se sitúa 4.4 por ciento por debajo del nivel observado entre enero y febrero de 2020, antes de la pandemia.
Pero yendo más atrás, la inversión fija en febrero se ubica 15.6 por ciento por debajo del nivel máximo alcanzado en septiembre de 2015.
En otras palabras, la inversión se encuentra estancada no sólo en niveles inferiores a los previos a la crisis sanitaria, sino a los registrados hace casi 7 años.
En cuanto a sus componentes, el gasto en maquinaria y equipo tuvo un buen desempeño al repuntar 6.7 por ciento mensual en febrero.
Por el contrario, el gasto de inversión en construcción mostró un comportamiento muy negativo al desplomarse 8.2 por ciento contra enero.
Su pobre desempeño se alinea con la opinión de los directivos empresariales del sector de la construcción, que están pesimistas.
Mientras la confianza para invertir sigue recuperándose en el sector manufacturero y también en el comercio y los servicios, en la construcción se mantiene la cautela de los negocios e inversionistas.
¿Qué factores están detrás del debilitamiento de la inversión?
Son varios y van desde la incertidumbre asociada a las secuelas de la pandemia y a las repercusiones económicas de la invasión de Rusia a Ucrania hasta la relacionada con las políticas y decisiones del gobierno mexicano.
Recientemente, el director general de uno de los cinco bancos más grandes que operan en México reconoció que a esa institución le estaba costando trabajo colocar crédito a las empresas.
La razón principal es la falta de inversión en el país, lo que obedece al deterioro en el clima de negocios por los factores mencionados, que –excepto la guerra– anteceden al inicio del ciclo de alzas en la tasa de Banxico y que se traducen en cautela, incertidumbre y desconfianza para invertir.
“Es todo eso”, dijo a este reportero el principal ejecutivo de la institución bancaria, quien atribuye el debilitamiento del crédito bancario para fines productivos a que “no hay inversión” en México, pues está estancada.
En el anuncio del paquete antiinflacionario, AMLO dijo que “tenemos que procurar que no nos aumenten las tasas”, porque eso puede inhibir la inversión en el país.
La falta de inversión responde a otros factores y hasta ahora no se puede atribuir al apretamiento de las condiciones monetarias como consecuencia de los aumentos en la tasa de Banxico.
Sería bueno que así como se lanzó un plan contra la inflación y la carestía, se anunciara uno contra la atonía y debilidad de la inversión. Mucho bien le haría al país.