Independientemente de que esta semana, como parte del combate global a la inflación, cerca de diez bancos centrales incrementarán sus tasas de referencia, la mirada de los mercados financieros apunta a la Reserva Federal de Estados Unidos.
Se espera que hoy el banco central estadounidense aumente la tasa de fondos federales en 75 puntos base –tres cuartos de punto– por tercera vez consecutiva y que anticipe futuras subidas, cuya magnitud todavía es incierta.
Esto llevaría la tasa a un rango objetivo de entre 3.00 y 3.25 por ciento, lo que, de confirmarse, empujaría la previsión de los mercados para el cierre de 2022 hacia niveles de 4.00 a 4.25 por ciento.
El propósito es enfriar la economía, pero si la tasa de la Fed sube por arriba de 4.00 por ciento aumentará el riesgo de una posible recesión en 2023.
Cuando se pensaba que el ajuste a la baja de la inflación global había iniciado, el dato de precios al consumidor en EU de agosto decepcionó a los mercados y puso en duda que la inflación en ese país haya alcanzado un pico.
Después de que la inflación general en la economía estadounidense disminuyera entre junio y julio de 9.1 a 8.5 por ciento anual, en agosto desaceleró a sólo 8.3 por ciento, cuando se esperaba que se replegara hacia 8.1 por ciento.
Lo preocupante es que la inflación subyacente, que excluye elementos volátiles, volvió a presionarse y repuntó a 6.3 por ciento anual en agosto, luego de que en los dos meses anteriores se había mantenido en 5.9 por ciento.
La inflación en EU aún sigue reflejando las presiones provenientes de los aumentos en los precios de la energía –si bien han comenzado a desacelerarse– y los alimentos, de 23.8 y 11.4 por ciento anual, respectivamente.
La Fed todavía tiene un largo camino por recorrer para regresar la inflación al objetivo de 2.0 por ciento en el largo plazo.
El repunte del componente subyacente, por encima de lo esperado, puso sobre la mesa la posibilidad de que la Fed considere una subida de tasas más agresiva, de 100 puntos base –un punto porcentual–, según algunos analistas.
Los mercados han descontado un alza de 75 puntos base, por lo que una eventual subida de 100 puntos base, escenario que hasta ahora responde a una postura especulativa, detonaría un ‘terremoto’ financiero, pues nunca se ha elevado la tasa de fondos federales en esa magnitud.
Ayer, de manera sorpresiva el banco central de Suecia incrementó su tasa de referencia en 100 puntos base, algo sin precedentes en el contexto de persistentes presiones sobre la inflación, que en agosto alcanzó 9.8 por ciento anual.
Después del anuncio del banco central sueco seguirán las decisiones de la Fed hoy, así como las del Banco de Inglaterra, el Banco Nacional Suizo y el Banco de Japón mañana, entre las principales economías avanzadas.
En el caso de nuestro país, la decisión de política monetaria está programada para el 29 de septiembre, que será muy importante, pues en octubre no habrá reunión de la junta de gobierno del Banco de México.
La gran mayoría de los analistas encuestados por Citibanamex esta semana anticipa que la tasa de interés de referencia se incrementará 75 puntos base, de 8.5 a 9.25 por ciento, en la decisión de la próxima semana.
Pero para finales de 2022, el consenso ahora anticipa una tasa de 10.0 por ciento, nivel nunca antes visto.
En México, mañana muy temprano se dará a conocer el dato de inflación para la primera quincena de septiembre, que dejará ver si finalmente tocó su techo o si continúa al alza.
Las expectativas de los analistas sugieren que la inflación podría estabilizarse respecto a la segunda quincena de agosto, cuando se ubicó en 8.8 por ciento anual –con el redondeo de cifras–, su mayor nivel desde finales de 2000.
El consenso de analistas en la encuesta de Citibanamex pronostica que la inflación general se ubicó en 8.7 por ciento anual en la primera quincena de septiembre.
Si es así, la inflación general en México probablemente estaría alcanzando su pico, al que habría llegado mucho después de lo previsto.