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¿Banxico comenzará a desligarse de la Fed?

Lo que cuenta para el Banxico es el esfuerzo monetario hecho desde 2021 por controlar la inflación, independientemente de que ésta no va a descender al ritmo que quisiéramos ver.

Se debe proceder con cautela y prudencia ante las cifras de inflación en Estados Unidos, donde el índice de precios al consumidor se redujo de 7.7 por ciento a tasa anual en octubre a 7.1 por ciento en noviembre, por debajo del 7.3 por ciento previsto por los analistas.

Esta es la lectura más baja desde diciembre de 2021, además de que representó una desaceleración de la inflación en la economía estadounidense por quinto mes consecutivo.

El componente subyacente en EU se replegó de 6.3 a 6 por ciento a tasa anual, también por debajo del 6.1 por ciento anticipado por el mercado.

La información muestra buenas señales y una tendencia decreciente desde el inicio del segundo semestre en el caso de la inflación general y del cuarto trimestre, en el de la subyacente.

La inflación subyacente, que excluye los precios más volátiles, como los alimentos y la energía, es un mejor referente de la trayectoria inflacionaria.

Justamente, la presión inflacionaria en la economía estadounidense continúa liderada por el aumento en los precios de la energía y los alimentos, de 13.1 y 10.6 por ciento anual, respectivamente, aunque sigue atenuándose.

Puntualmente, se registró una contracción de 1.6 por ciento mensual en el componente de la energía debido a una baja de 2 por ciento en los precios de la gasolina, que no alcanzó a compensar el incremento de 0.6 por ciento en los precios de la vivienda.

La Reserva Federal, el banco central de EU, ha luchado este año contra la inflación más elevada en cuatro décadas.

Su presidente, Jerome Powell, dijo a finales de noviembre que una de las condiciones para asegurar una trayectoria descendente de la inflación es que se diera un debilitamiento significativo del sector inmobiliario para que cayeran las rentas de vivienda, lo que no ha ocurrido.

De ahí la importancia de actuar con prudencia dado el entorno de incertidumbre sobre la inflación en EU, cuya economía, lejos de enfriarse, continúa mostrando un ritmo de crecimiento robusto.

Tras alcanzar un tope máximo de 9.1 por ciento en junio, los precios al consumidor se han desacelerado hasta alcanzar 7.1 por ciento en noviembre.

Si bien la inflación en EU sigue moderándose, aún es prácticamente tres veces más alta que la registrada antes de la pandemia, pues en febrero de 2020 estaba en 2.3 por ciento anual.

Dado que la inflación se replegó más de lo esperado, los mercados ya descontaron la posibilidad de que la Fed comenzará a disminuir la velocidad de los incrementos en su tasa de interés a partir de diciembre.

El consenso de analistas espera que el banco central estadounidense aumente la tasa de Fondos Federales en 50 puntos base –medio punto– este miércoles, después de elevarla por cuatro veces consecutivas en 75 puntos base.

Esto ubicaría el rango objetivo para esa tasa entre 4.25 y 4.50 por ciento.

Pero como se siguen enfrentando presiones inflacionarias significativas en EU, todavía hay camino por recorrer en el ciclo de apretamiento monetario.

Es por eso que entre los analistas hay incertidumbre sobre el punto terminal de la tasa de Fondos Federales en este ciclo de alzas, que podría ser más largo, pero menos intenso.

Y al no haber certeza sobre la tasa terminal de la Fed, el Banco de México no podrá desligarse del banco central estadounidense a partir de su próxima decisión, como ya lo comenzaron a hacer otros institutos centrales de la región.

Ese es el caso de los bancos emisores de Chile y Brasil, que no sólo pausaron sus ciclos alcistas, sino que parecen haber llegado al final de éstos.

La mayoría de los analistas anticipa que la tasa de interés de referencia de Banxico se incrementará 50 puntos base en la decisión de mañana, con lo que cerraría 2022 en 10.5 por ciento.

Aunque difícilmente la inflación alcanzará su nivel objetivo el próximo año, pues será un proceso que llevará al menos de 18 meses más, pronto se podría alcanzar la tasa terminal de Banxico, que inició antes su ciclo alcista y acumula 600 puntos base de incrementos.

Como dice el economista Joel Virgen, director de estrategia para Latinoamérica en TD Securities, lo que cuenta para nuestro Banco Central es el esfuerzo monetario hecho desde 2021 por controlar la inflación, independientemente de que ésta no va a descender al ritmo que quisiéramos ver.

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