El INEGI publicó ayer el Indicador Oportuno de la Actividad Económica (IOAE) correspondiente a marzo pasado, con el cual se estima que en ese mes la economía mexicana habría registrado un crecimiento marginal de 0.1 por ciento respecto al mes anterior.
Para febrero se anticipa un repunte de 0.7 por ciento mensual, después de un comportamiento ligeramente menor de la economía en enero, cuando el Indicador Global de la Actividad Económica (IGAE), que es una medición aproximada del PIB mensual, reportó un crecimiento de 0.6 por ciento respecto a diciembre.
El crecimiento de 0.1 por ciento mensual en marzo –dato estimado– sería el más débil resultado en términos de actividad económica desde que se contrajo 0.4 por ciento en noviembre pasado.
De confirmarse el dato oportuno de marzo, este mes apuntará hacia una desaceleración desde los niveles de enero y febrero, pero dentro de una trayectoria esperada de la economía dada la debilidad que ya se deja ver en la demanda externa.
Por sectores, el indicador oportuno anticipa un leve avance en el comercio y los servicios de 0.1 por ciento mensual en marzo, después de un repunte de 0.6 por ciento en febrero.
Pero también estima un estancamiento de la industria en el tercer mes del año, pues habría permanecido sin cambio, luego de un incremento de 0.7 por ciento –dato observado– en el segundo mes.
“A pesar de esto, el IGAE de enero y el IOAE de febrero y marzo, son consistentes con un crecimiento del PIB cercano a 1.2 por ciento trimestral y 3.7 por ciento anual.
“Es importante recordar que las cifras del IOAE tienden a ser revisadas de forma significativa, por lo que el crecimiento del PIB durante el primer trimestre podría ubicarse alrededor de 1.0 por ciento”, estima la Dirección de Análisis Económico de Banco Base.
De acuerdo con la Dirección de Estudios Económicos de Citibanamex, la actividad económica durante el primer trimestre del año sorprendió al alza, principalmente por una mejoría mayor a la anticipada en el consumo privado, el cual compensa la mala dinámica de las exportaciones.
“Por lo anterior, ahora estimamos un crecimiento de 0.7 por ciento trimestral durante el primer trimestre de 2023, ligeramente por arriba del crecimiento de 0.5 por ciento en el cuarto trimestre de 2022″.
De manera que, ante un mejor crecimiento durante el primer trimestre, “revisamos al alza nuestra proyección de crecimiento del PIB en 2023 a 1.6 por ciento desde 1.4 por ciento” previamente, apuntó Citi.
Por su parte, la Dirección de Análisis Económico y Bursátil de CIBanco destacó que “la actividad económica en México ha tenido un muy buen inicio de año en 2023″, ya que, en términos generales, “los datos recientes muestran un mayor dinamismo respecto al cierre del año pasado”.
Como evidencia, “los indicadores IGAE de enero, y su estimación oportuna de febrero (y marzo) muestran desempeños por arriba de 3.0 por ciento anual”.
En efecto, la economía mexicana arrancó el año con fuerza, pues el IGAE creció 3.6 por ciento anual en enero y los indicadores oportunos sugieren que la actividad económica nacional aceleró 4.2 por ciento en febrero y 3.8 por ciento en marzo.
A pesar de este buen comienzo de año, CIBanco estima un crecimiento del PIB de México de 1.8 por ciento para todo 2023, que contrasta con el 3.1 por ciento en 2022.
James Salazar, subdirector de Análisis Económico de CIBanco, dijo a este reportero que este inicio de año es mucho mejor de lo anticipado y muestra un rebote respecto a la pérdida de dinamismo observada en el último trimestre de 2022.
“Seguimos viendo cierta resiliencia, sobre todo en la parte interna, aunque poco a poco esperaríamos que esto empezara a cambiar, porque seguimos en un escenario complejo, con altas tasas de interés, inflación todavía en niveles elevados y con riesgo de recesión global, en específico de nuestro principal socio comercial”.
Dicho de otra manera, el inicio de 2023 sorprendió positivamente a los analistas, pero no cambia la perspectiva de una ralentización importante de la economía mexicana en lo que resta del año.