Dinero, Fondos y Valores

Sorteará economía la transición sexenal

No parece probable que haya una revisión a la baja para la calificación soberana de México, estima Víctor Piz.

Esta semana, el Banco de México presentó su Reporte sobre la estabilidad financiera del primer semestre del año, donde alertó de los posibles riesgos macrofinancieros para la estabilidad financiera del país.

Entre los principales riesgos destacan nuevos ajustes en las calificaciones crediticias para el soberano y Pemex.

Este viernes, la agencia calificadora Fitch Ratings ratificó la calificación para la deuda soberana de largo plazo de México en BBB-, el nivel más bajo en la escala del grado de inversión, pero con perspectiva estable.

La perspectiva estable significa que, en el plazo de 12 a 18 meses, no habría razón para degradar la calificación de México, pero no para dejar de evaluar el impacto de las políticas económicas del gobierno sobre los factores que la determinan.

Tendría que haber una revisión a la baja para que la calificación soberana pierda el grado de inversión en la escala de esa agencia, lo que no parece probable.

El país mantiene el grado de inversión y una perspectiva estable por parte de las principales agencias que lo evalúan, incluidas Moody’s (Baa2) y S&P (BBB).

De acuerdo con Fitch, la calificación de México está respaldada por un marco de política macroeconómica prudente, finanzas externas estables y sólidas, además de anticipar que el saldo de la deuda gubernamental permanezca estable como porcentaje del PIB.

Por el contrario, la calificación está restringida por indicadores de gobernanza débiles, un desempeño de crecimiento a largo plazo moderado, una intervención de micropolítica que, en opinión de la agencia, afecta las perspectivas de inversión y por los posibles pasivos contingentes de Pemex, que seguirá recibiendo apoyo financiero del gobierno sin que garantice su deuda.

Fitch no anticipa un cambio en la postura de la política fiscal antes de las elecciones presidenciales de junio de 2024.

Según la Secretaría de Hacienda, la agencia “no anticipa cambios en la postura fiscal del país de cara a las elecciones presidenciales de 2024 debido al compromiso que el gobierno federal ha mostrado en mantener déficits públicos moderados”.

El hecho de descartar un deterioro en las finanzas públicas por las elecciones del próximo año parece ser el mensaje más importante en términos del manejo de la política fiscal.

También esta semana, BBVA presentó su informe Situación México correspondiente al segundo trimestre del año, donde anticipa que la deuda pública como porcentaje del PIB se mantendrá estable en 2023-24 y por ello “estarán muy acotados los riesgos de perder el grado de inversión”.

La institución financiera descartó la probabilidad de un problema macroeconómico a final del sexenio “porque fiscalmente, las finanzas públicas están sanas”, afirmó Carlos Serrano, economista en jefe de BBVA México, que revisó al alza su estimación de crecimiento para 2023 de 1.4 a 2.4 por ciento.

“Tenemos preocupaciones a mediano plazo, pero de aquí al final del sexenio vamos a tener coeficientes de deuda respecto al PIB estables”, añadió el experto, quien dijo que ningún aspirante a la Presidencia de la República pone en riesgo la estabilidad macroeconómica.

“En nuestro escenario base no hay un candidato que ponga en juego la estabilidad macroeconómica, en parte porque los candidatos del partido oficialista (…) están desde ahora mencionado que habrá continuidad y en esta administración hemos visto anclajes macro”, señaló el economista en jefe de BBVA México.

El clima político del país hacia las elecciones presidenciales de 2024 está subiendo de temperatura, pero es notorio que las agencias calificadoras e instituciones financieras destacan la fortaleza de los fundamentos macroeconómicos y el compromiso del gobierno por mantener finanzas públicas sanas.

El reto es aprovechar el proceso de relocalización de empresas hacia lugares más cercanos al mercado estadounidense, pues –como advierte Fitch– el nearshoring sigue siendo una importante oportunidad de crecimiento para México.

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