El pasado fin de semana, el coordinador general de Comunicación Social de la Presidencia, Jesús Ramírez, publicó un tuit para referir que “el presidente López Obrador reconoció a los migrantes que en 2023 enviarán 60 mil millones de dólares a 10 millones de familias mexicanas”.
Según el vocero presidencial, las remesas “ya son la principal fuente de divisas del país y con los programas sociales, fortalecen la economía desde abajo, reactivando la economía local y nacional”.
Ciertamente, el flujo acumulado de los ingresos por remesas a México en los últimos 12 meses finalizados en abril sumó 60 mil 254 millones de dólares, un monto récord durante un periodo anual, de acuerdo con cifras oficiales.
Las remesas familiares no están ni remotamente cerca de ser la principal fuente de divisas del país, pero sí pueden ser la fuente más importante de ingresos de muchos hogares mexicanos.
Ayer el INEGI informó que en el periodo enero-mayo de 2023, el valor de las exportaciones totales de mercancías mexicanas sumó 240 mil 168 millones de dólares, lo que significó un incremento anual de 4.6 por ciento.
Esto quiere decir que el valor de las exportaciones en cinco meses fue cuatro veces superior al flujo acumulado por remesas en 12 meses.
Si los ingresos por remesas están en niveles máximos históricos, es por la creciente masa salarial de los migrantes mexicanos en Estados Unidos asociada a la fortaleza del mercado laboral en ese país.
Lo más importante de las cifras oportunas de comercio exterior publicadas este martes, es que en mayo el valor de las exportaciones mostró un renovado crecimiento, luego de la debilidad en los meses previos.
El valor de las exportaciones en el quinto mes del año se ubicó en 52 mil 860 millones de dólares y repuntó 5.8 por ciento respecto a mayo de 2022, su mayor avance en los últimos cuatro meses.
Además de que en mayo las exportaciones se ubicaron nuevamente por arriba de 50 mil millones de dólares mensuales, fueron las segundas más elevadas históricamente, después de las de marzo pasado.
La aceleración de las exportaciones está relacionada, principalmente, con el comportamiento del componente automotor.
El valor de las exportaciones manufactureras, que representó prácticamente 90 por ciento de las ventas totales al exterior, se incrementó 9.5 por ciento contra mayo del año anterior, luego de una caída de 0.4 por ciento en el mes previo.
En su interior, las exportaciones automotrices, que se habían mantenido estables y en niveles relativamente elevados, aceleraron 26.3 por ciento anual, lo que representa su mayor dinamismo en los últimos cuatro meses.
Con datos ajustados por estacionalidad, el valor de las exportaciones manufactureras se incrementó 3.8 por ciento en mayo respecto al mes previo.
En su interior, el valor de las exportaciones automotrices creció 19.7 por ciento, mientras que el de las no automotrices se redujo 3.4 por ciento mensual.
Esta es “la mayor caída para un mes desde octubre de 2022, señal de debilidad para la manufactura en el corto plazo”, según un reporte de análisis de Grupo Financiero Base.
Pero “debido al impulso de las exportaciones automotrices, el crecimiento mensual de las exportaciones totales fue de 2.8 por ciento”, que prácticamente revierte la caída de 2.9 por ciento en abril.
De acuerdo con el equipo de Análisis Económico de Banorte, el sector automotor “se mantendrá separado de esta tendencia” a la baja del comercio exterior, tanto en términos de valor como de volumen.
En una perspectiva más amplia, se espera que la relocalización de industrias traiga consigo mayores volúmenes de inversión extranjera y exportaciones mexicanas, sobre todo de productos manufacturados para seguir beneficiando a nuestra economía.
Por lo pronto, “las exportaciones de México del mes de mayo fueron las segundas más grandes registradas, lo que brinda evidencia adicional de que el país se está beneficiando de la relocalización de cadenas de suministro globales que atrae a las empresas a reubicar sus operaciones más cerca del mercado estadounidense”, según una nota de Bloomberg.
Parece que, ahora sí, las estrellas de la relocalización de empresas (nearshoring) ya se alinean en favor de México.