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El efecto arrastre del ‘Hot Sale’

En junio el gasto en consumo registró un crecimiento de 6.8 por ciento, beneficiado por el efecto favorable de los descuentos en la primera semana del mes.

El consumo privado en México, que representa aproximadamente de dos terceras partes del PIB, no sólo continúa expandiéndose, sino que se mantiene sólido, apoyado recientemente por el rubro de bienes.

Indicadores adelantados, como el Indicador de Consumo Big Data BBVA Research, sugieren que el consumo seguirá mostrando resiliencia.

Este indicador de consumo, que se construye a partir del gasto efectuado en terminales punto de venta de BBVA en México, anticipa los movimientos de los indicadores del INEGI sobre consumo privado y ventas minoristas.

Los datos revelados por el banco provenientes de las operaciones realizadas con tarjetas de crédito y débito señalan que el consumo registró en junio un crecimiento de 6.8 por ciento.

Esto, después de que en abril repuntó 3.4 por ciento y en mayo se contrajo 4.0 por ciento, según la misma fuente, cuyas cifras están expresadas a tasa mensual ajustada por estacionalidad.

En junio el gasto en consumo se vio beneficiado por el efecto favorable de los descuentos del Hot Sale 2023 en la primera semana del mes.

“Sin duda uno de los factores que explica este gran dinamismo que registró el consumo en el sexto mes del año fue la materialización de la semana de ofertas, el Hot Sale, por primera vez desde que se implementó esta iniciativa en la primera semana de junio”, dijo a este reportero Saidé Salazar, economista principal de BBVA Research.

La Asociación Mexicana de Venta Online informó que la décima edición del Hot Sale, llevada a cabo del 29 de mayo al 6 de junio, generó ventas totales por 29 mil 949 millones de pesos, monto que, además de no tener precedente, representa un crecimiento de 28.9 por ciento en comparación con la campaña de 2022.

En junio el gasto en consumo recibió el empuje del crecimiento de 9.2 por ciento en el segmento de bienes, mientras que el gasto en servicios avanzó 3.7 por ciento, tras la contracción de 2.8 y 2.9 por ciento, respectivamente, registrada el mes previo.

De acuerdo con la economista de BBVA, líder del análisis en el Monitor de Consumo, “al interior del segmento de bienes, el consumo en alimentos creció 8.5 por ciento”, después de una disminución de 1.4 por ciento en mayo.

“Estas son variaciones mensuales históricas y claramente se encuentran muy en línea con el patrón de ofertas que se materializó en esta semana de descuentos, que se concentra principalmente en consumo de bienes y consumo en establecimientos en línea”, destacó Salazar.

En este sentido, el consumo en línea creció 22.7 por ciento, su mayor expansión desde el repunte que se observó tras el inicio de la pandemia en mayo de 2020.

“Recordemos que el inicio de la pandemia detonó también un cambio en el comportamiento de los hogares, muchas familias por primera vez efectuaron compras en establecimientos en línea a partir de 2020 y esto claramente se está reflejando en esta tendencia creciente en este tipo de establecimientos”, explicó la experta.

Por su parte, el gasto en establecimientos físicos creció 6.2 por ciento y alcanzó su nivel más alto desde el inicio de la pandemia.

Al considerar el dato de junio, hay un crecimiento de 4.6 por ciento en el gasto total en terminales punto de venta en el segundo trimestre de 2023, que compara con el incremento de 6.6 por ciento que se observó en el periodo trimestral anterior.

Aunque hay una desaceleración, “sin duda es un dato muy positivo para la actividad económica; nosotros estamos considerando que este año la economía (mexicana) va a crecer 2.4 por ciento y toma en cuenta, por su puesto, este buen desempeño que el consumo privado ha mostrado durante la primera mitad del año”, subrayó Salazar.

BBVA anticipa que el consumo privado, que mide el pulso del gasto familiar, continuará mostrando resiliencia impulsado por las ganancias en el ingreso disponible de los hogares ante las mejoras en el salario real y empleo formal registradas desde la segunda mitad de 2022, a lo que se suman la recuperación del crédito al consumo y los flujos positivos de remesas.

Hacia delante, sin embargo, el nivel de restricción monetaria alcanzado y la posible desaceleración económica en el segundo semestre del año pondrán a prueba el panorama alentador para el consumo privado.

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