Dinero, Fondos y Valores

Inflación: piso de 4.5% contra una meta de 3.0%

Con redondeo, la inflación general fue de 4.5% anual en la segunda quincena de septiembre, siendo la más baja desde febrero de 2021, de acuerdo con información del Inegi.

Las cifras del Índice Nacional de Precios al Consumidor de septiembre confirmaron una trayectoria descendente de la inflación general en su variación anual.

Con redondeo, la inflación general fue de 4.5 por ciento anual, siendo la más baja desde febrero de 2021, de acuerdo con información del INEGI.

Además de que se desaceleró por octavo mes consecutivo, se replegó desde 4.6 por ciento anual en agosto.

El componente subyacente, que determina la trayectoria de la inflación general a mediano plazo, registró en septiembre una tasa de 5.8 por ciento anual, cediendo desde 6.1 por ciento en agosto y alcanzando su menor nivel desde noviembre de 2021.

El índice de precios no subyacente, que es el componente más volátil, se ubicó en 0.6 por ciento a tasa anual, influido por el descenso en la inflación anual de los energéticos.

Sin embargo, la inflación general pasó de 4.4 por ciento anual en la primera quincena de septiembre a 4.5 por ciento en la segunda mitad del mes.

Esto, que representa el primer incremento entre quincenas desde abril, es la señal de que, difícilmente, la inflación continuará descendiendo hacia finales de 2023.

La tendencia a la baja de la inflación general cumplió 12 meses desde el pico registrado en septiembre del año anterior.

A pesar de lo ganado, la inflación cumplió 31 meses fuera del rango objetivo considerado por el Banco de México de 2.0 a 4.0 por ciento.

El propio Banco Central mexicano estima que la inflación seguirá fuera del rango objetivo por unos meses más y que convergerá a la meta de 3.0 por ciento hasta el segundo trimestre de 2025 y no en el cuarto trimestre de 2024, como se anticipó previamente.

La meta de Banxico es de 3.0 por ciento, pero el piso –al menos de corto plazo– está en 4.5 por ciento.

Hacia adelante, no pueden descartarse riesgos en el panorama inflacionario, que está siendo más retador por la presencia de nuevos choques ante un ambiente de tensiones geopolíticas.

Los precios del petróleo observaron una tendencia al alza a partir de julio con los anuncios sobre la extensión en los recortes de producción de Arabia Saudita y Rusia, a lo que ahora se suma el conflicto entre Israel y Palestina.

Además, los ‘efectos de base de comparación’, que habían actuado a favor del proceso de desinflación en México, tendrán una menor contribución hacia el final del año.

De acuerdo con el equipo de Análisis Económico de Invex, que lidera Ricardo Aguilar, se advierten “nuevos riesgos al alza que podrían deteriorar el panorama para la inflación” de los siguientes meses.

El principal es el efecto generado por el conflicto en la franja de Gaza sobre los precios del petróleo –y del gas natural en Europa–, que repuntaron justo cuando intentaban ubicarse sobre una tendencia de baja.

El conflicto entre Israel y Palestina, así como el recorte en la producción de crudo por parte de Arabia Saudita y Rusia anunciado hasta diciembre, “empeoran más el panorama”.

Por eso es que Invex revisó al alza su estimado para la inflación general de 2023 a 4.8 de 4.7 por ciento anual.

En el mismo sentido y magnitud, de 4.7 a 4.8 por ciento anual, modificó su pronóstico de inflación para este año el equipo de Análisis Económico de Monex, que dirige Janneth Quiroz.

El ajuste más significativo lo realizó el equipo de Análisis Económico de Banorte, que encabeza Alejandro Padilla, pues a pesar de la moderación en la inflación general anual por octavo mes al hilo, “creemos que el dato de septiembre representará el mínimo de este año”.

Es así que, tras los últimos datos de inflación y un panorama que probablemente será más complejo, “revisamos al alza nuestros pronósticos”.

Desde la perspectiva de Banorte, la inflación general cerraría este año en 5.0 por ciento, en vez de 4.5 por ciento previsto anteriormente, mientras que para finales de 2024 se anticipa de 4.6 por ciento, contra un estimado previo de 4.1 por ciento.

Así que Banxico seguramente considerará pertinente mantener una postura monetaria restrictiva sin recortes en la tasa de referencia por más tiempo de lo previsto, sin descartar que se requiera de un mayor apretamiento.

Por lo pronto, el consenso de analistas anticipa un primer recorte a la tasa de interés en marzo de 2024 o hasta mediados de ese año.

COLUMNAS ANTERIORES

¿Quién entiende al Banco de México?
Lo que ven mal (y bien) las calificadoras

Las expresiones aquí vertidas son responsabilidad de quien firma esta columna de opinión y no necesariamente reflejan la postura editorial de El Financiero.