Al inicio de la semana, el presidente López Obrador soltó un pronóstico sobre el crecimiento de la actividad económica al cierre de su administración:
“Antes de que yo termine vamos a tener un crecimiento del 1.3 (por ciento) promedio anual, a pesar de que nos caímos 19 por ciento con la pandemia.
“Vamos a estar arriba en el sexenio, que es una hazaña después de esta caída que no se daba en 100 años en la economía. Ahora traemos 3.4 (por ciento) de crecimiento anual” en 2023, dijo AMLO en su conferencia matutina del lunes.
Se entiende que el 1.3 por ciento es el crecimiento promedio anual que tendría México entre 2019 y 2024, de cumplirse el pronóstico del presidente, quien al inicio del mes celebró cinco años de gobierno.
Este jueves, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe revisó al alza sus proyecciones de crecimiento para 2023 en Latinoamérica y el Caribe a 2.2 por ciento desde 1.7 por ciento estimado en septiembre.
Según la Cepal, en 2024 la economía regional crecería 1.9 por ciento, por encima de la proyección anterior de 1.5 por ciento de septiembre.
Esto implica una desaceleración del crecimiento regional respecto a los niveles observados en 2022, cuando la expansión fue de 3.8 por ciento.
La Cepal estima que México crecerá 3.6 por ciento este año, lo que representa una revisión al alza desde el 2.9 por ciento pronosticado en septiembre pasado.
Aun así, el crecimiento estimado para este año implica un repliegue respecto al de 3.9 por ciento observado en 2022.
Para 2024, la Comisión anticipa un crecimiento de la economía mexicana de 2.5 por ciento, superior al de 1.8 por ciento previsto tres meses antes.
El escenario estimado por el organismo regional de las Naciones Unidas para este año y el próximo está por arriba del consenso de los analistas encuestados por el Banco de México, que anticipan crecimientos de 3.4 y 2.3 por ciento, respectivamente.
El último informe económico de la Cepal de este año destaca la heterogeneidad que existe entre los países de la región.
La economía latinoamericana con mejor desempeño en 2023 será Panamá, con un crecimiento de 6.1 por ciento, seguida de Costa Rica, con 4.9 por ciento.
Podría decirse que son las ‘campeonas del crecimiento’ en la región, excluyendo a los países del Caribe.
Por el contrario, la economía que tendrá la peor evolución es Argentina, con una contracción de 2.5 por ciento este año, seguida de Chile, con un avance marginal de 0.1 por ciento.
Utilizando la metáfora futbolística, si México aspira a ganar la ‘copa América’ del crecimiento, tiene que alcanzar el sexto partido, ni siquiera el quinto.
Asumiendo que se cumplieran las expectativas de la Cepal para 2023 y 2024, México tendría un crecimiento promedio anual en el sexenio de AMLO de 1.1 por ciento.
Además de ser el más bajo en una generación, quedaría por debajo del 1.3 por ciento que pronostica el presidente López Obrador como promedio de su administración.
Será el dinamismo más pobre en un periodo sexenal desde el gobierno de Miguel de la Madrid, entre 1983 y 1988, cuando la economía se estancó, pues en dicho periodo tuvo un crecimiento cercano a cero en promedio anual.
Si bien el PIB del país alcanzó este año máximos históricos, el PIB per cápita o por habitante está en niveles similares a los de 2016, por lo que tiene un atraso de siete años, según el observatorio económico México, ¿cómo vamos?
El crecimiento económico reciente se ha beneficiado de un consumo robusto y del fuerte dinamismo de la inversión privada.
Se estima que el proceso de relocalización de cadenas productivas o nearshoring será una importante palanca de crecimiento para la economía mexicana en los próximos años.
México sigue reflejando los efectos del fenómeno de relocalización, pero sus beneficios aún son incipientes, además de que no está solo en este proceso, pues enfrenta la competencia de otros países, sobre todo asiáticos, como Vietnam.