Dinero, Fondos y Valores

Las elecciones y el ciclo económico

En el año de elecciones presidenciales y en el primer año de cada gobierno federal siempre hay una desaceleración del PIB nacional. El 2024 no será la excepción, advierte Víctor Piz.

El proceso electoral federal de 2024 incluye la renovación de la Presidencia de la República y del Congreso de la Unión: 500 diputaciones federales y 128 senadurías.

También habrá procesos electorales locales concurrentes, donde 9 entidades federativas tendrán elección de titulares del Ejecutivo: Ciudad de México, Chiapas, Guanajuato, Jalisco, Morelos, Puebla, Tabasco, Veracruz y Yucatán.

Además, otros más de 19 mil 600 cargos a nivel estatal y municipal se disputarán el próximo 2 de junio.

Serán las elecciones más grandes de la historia, en las que más de 100 millones de mexicanos estamos convocados a las urnas para elegir 20 mil 263 cargos.

En el año de elecciones presidenciales y en el primer año de cada gobierno federal siempre hay una desaceleración del PIB nacional.

Pero en 2019 la desaceleración fue más drástica que en otros cambios de sexenio ante la incertidumbre por las dudas de algunos sectores sobre la nueva administración encabezada por López Obrador.

De hecho, en 2019 la economía mexicana entró en una pequeña recesión.

El 2024 no será la excepción y la actividad económica en México registrará una desaceleración.

Tan es así que esta semana el Banco de México revisó a la baja su estimación puntual del pronóstico de crecimiento para el presente año.

Para el 2024 el banco central recortó a 2.8 por ciento su expectativa de crecimiento desde el 3 por ciento anterior.

“A pesar de que la dinámica esperada para la actividad económica en 2024 no se modifica de manera significativa, el menor crecimiento en el último trimestre de 2023 respecto de lo anticipado induce un efecto aritmético de menor base de crecimiento para 2024″, expone Banxico en su informe trimestral sobre la inflación del periodo octubre-diciembre de 2023.

En su reporte, Banxico destaca que se mantiene la expectativa de que la actividad económica “muestre un crecimiento sesgado hacia el primer semestre”.

La razón es que “se espera que el mayor gasto público en relación con el año previo (2023) resulte en un mayor gasto interno en general, considerando tanto los efectos directos como los de derrama hacia el consumo e inversión privados”.

Sobre la base de lo anterior, “para el segundo semestre del año, se prevé una desaceleración de la actividad productiva, en congruencia con la evolución que se ha observado en episodios de años electorales previos”.

En las expectativas de crecimiento provenientes de la encuesta que levanta el propio Banxico entre especialistas del sector privado, entre enero y febrero de 2024 la correspondiente al crecimiento se mantuvo en 2.4 por ciento.

De igual modo, la mayoría de los analistas encuestados por Citibanamex anticipa que la expansión del PIB este año será de 2.4 por ciento.

En la encuesta de Banxico, publicada este viernes 1 de marzo, el rango de estimaciones va de 1.4 por ciento como mínimo a 3.2 por ciento como máximo.

Y en la de Citibanamex, publicada el pasado 20 de febrero, el rango de proyecciones va desde 1.4 por ciento hasta 3.4 por ciento.

Uno de los grupos de análisis cuya estimación está por debajo del consenso del mercado es el estadounidense Bank of America Securities, que prevé para México un crecimiento de 1.8 por ciento en 2024.

Su economista en jefe para México y Canadá, Carlos Capistrán, dice a este reportero que “esperamos una primera mitad del año más o menos fuerte”, con un crecimiento que se pudiera acercar a 3 por ciento o al menos estar arriba de 2.5 por ciento.

“Siempre que tenemos elecciones federales usualmente tenemos un mayor gasto de gobierno antes de la elección, así es que creemos que en el primer semestre todavía podemos ver un buen crecimiento”.

Para la segunda mitad del 2024, “creemos que Estados Unidos se puede desacelerar un poco y habrá menos gasto de gobierno, ahí es cuando vendrá una desaceleración más fuerte que hará que todo el año quede por debajo del 2 por ciento” de crecimiento.

Capistrán subraya que “al final del año pasado la economía mexicana se desaceleró un poco inesperadamente y la verdad es que el dato del PIB del cuarto trimestre salió bastante débil”.

Para el economista de Bank of America Securities, el proceso electoral en México, “seguramente como en otras elecciones presidenciales, hará que haya más actividad económica antes de la elección y menos, después de la elección”.

Lo dicho, en años con procesos electorales federales la economía suele tener un mayor crecimiento en la primera mitad del año.

COLUMNAS ANTERIORES

¿Hay un ‘choque de expectativas’?
¿Nos debemos poner pesimistas por Trump?

Las expresiones aquí vertidas son responsabilidad de quien firma esta columna de opinión y no necesariamente reflejan la postura editorial de El Financiero.