En la parte inicial de 2024 la economía mexicana observó una prolongación de la desaceleración registrada al cierre de 2023.
El Indicador Global de la Actividad Económica (IGAE), publicado por el INEGI el viernes, exhibió un deterioro de la actividad económica al comienzo del año, pues en enero tuvo un retroceso de 0.6 por ciento mensual.
La contracción de enero implicó la cuarta caída mensual al hilo del IGAE y la más pronunciada desde agosto de 2021, cuando disminuyó en igual magnitud.
El dato quedó por debajo del nulo crecimiento que anticipó el Indicador Oportuno de la Actividad Económica, publicado por el INEGI el pasado 20 de marzo.
Esta es la primera vez que se ligan cuatro meses con un comportamiento negativo de la actividad económica desde el periodo febrero-mayo de 2020, cuando la primera ola de covid-19 en México.
A tasa anual, el IGAE se desaceleró de 2 a 1.1 por ciento y, de paso, quedó a la mitad de lo anticipado por el Indicador Oportuno.
Aunque el indicador acumula 35 meses consecutivos en expansión, es la menor tasa anual de crecimiento desde noviembre del 2021, cuando avanzó 0.8 por ciento.
El comportamiento de la economía mexicana en el primer mes de 2024 fue determinado por la contracción de 12.9 por ciento mensual del sector agropecuario y la caída de 0.5 por ciento de las actividades terciarias, representadas por el comercio y los servicios.
Por el contrario, el sector industrial rebotó 0.4 por ciento, después de que en diciembre precedente se contrajo 0.7 por ciento.
Otro indicador que señala debilidad al inicio del año es el de las ventas minoristas en México, que se mantuvieron en territorio negativo en enero pasado, pues registraron un retroceso de 0.6 por ciento mensual, después de caer 1 por ciento en diciembre previo, de acuerdo con cifras del INEGI.
Además de que quedaron lejos del estimado por el consenso, que apuntaba a una expansión de 0.4 por ciento en enero, las ventas al menudeo han caído a tasa mensual en seis de los últimos siete meses.
A tasa anual, el comercio al por menor anotó un retroceso de 0.9 por ciento en enero, lo que rompe una racha de 35 meses consecutivos de expansión.
La caída en el primer mes del año respecto a diciembre estuvo explicada por el comportamiento negativo en 15 de los 22 subíndices que componen el indicador, pues sólo siete tuvieron variaciones al alza.
Pero de vuelta al comportamiento de la actividad industrial, hay un notorio ‘amarrón’ en el ritmo de crecimiento de la construcción.
La industria de la construcción en el país no sólo extendió su desaceleración, sino que entró en territorio negativo en enero, pues en ese periodo arrojó un desplome mensual de 4.1 por ciento en el valor total de la producción, precedido por un aumento de 0.5 por ciento en diciembre.
Con base en los resultados de la Encuesta Nacional de Empresas Constructoras del INEGI, el valor de las empresas constructoras registró su primera caída desde septiembre de 2023 y experimentó su mayor contracción desde junio de 2021.
En términos anuales, el valor de la producción generado por las empresas constructoras sigue acelerado, pues reportó un repunte de 26.5 por ciento respecto a enero de 2023, además de que ligó 17 meses en terreno positivo, los últimos nueve creciendo a tasas de doble dígito.
No obstante, su expansión en enero fue la más moderada desde junio pasado.
La economía está perdiendo tracción, como lo refleja el debilitamiento del IGAE y de las ventas al menudeo al inicio del año, lo que sugiere la posibilidad de tener un estancamiento o incluso una caída del PIB en el primer trimestre.
Las tres cifras publicadas de enero sobre actividad económica, comercio al por menor y valor de producción de las empresas no sólo fueron sorpresivas, sino también decepcionantes.
Esto se da en el contexto de que, según el Consejo de Estabilidad del Sistema Financiero de México, que preside el secretario de Hacienda, “si bien la información disponible para el inicio de 2024 sugiere que la actividad ha aumentado su dinamismo durante el primer trimestre (tras la importante desaceleración registrada al cierre de 2023), persiste la expectativa de cierto debilitamiento para el año en su conjunto en relación con el previo”.