La economía mexicana arrojó cifras positivas de inflación en sus lecturas más recientes del índice general y del componente subyacente.
No se puede decir lo mismo del subcomponente de servicios, que no sólo muestra resistencia a disminuir, sino que se mantiene en niveles elevados y acumula 41 quincenas por arriba del 5 por ciento anual.
La inflación general en México registró una aceleración de 0.09 por ciento mensual en febrero a 0.29 por ciento en marzo, si bien quedó por debajo de las expectativas de los analistas.
Con esto, la inflación general fue de 4.42 por ciento anual en marzo, con lo que se observó un ligero avance desde 4.40 por ciento en febrero, según información del INEGI.
El componente subyacente, que determina la trayectoria de la inflación general a mediano plazo, registró en marzo un incremento de 0.44 por ciento mensual y de 4.55 por ciento anual, su mínimo desde mayo de 2021, replegándose desde 4.64 por ciento en febrero pasado y desacelerando por 14 lecturas mensuales consecutivas.
Al interior del índice subyacente, que excluye los rubros más volátiles, los precios de las mercancías avanzaron 0.22 por ciento mensual y 3.88 por ciento anual, siendo su menor nivel desde marzo del 2020.
Además de que la inflación anual de las mercancías rompió el piso de 4 por ciento por primera vez en cuatro años, acumuló 16 meses en repliegue.
En el caso de los precios de servicios, estos aumentaron 0.69 por ciento mensual en marzo y 5.37 por ciento contra igual mes de 2023. Se trata de la mayor tasa mensual desde febrero del 2013 y la más alta tasa anual desde mayo del 2023.
Cabe apuntar que este resultado se pudo ver afectado por la evolución estacional de los precios de los servicios turísticos, al haber caído la Semana Santa en marzo.
El hecho es que mientras la inflación de mercancías mantiene una trayectoria descendente, la de servicios no sólo sigue elevada sino que se aceleró en los últimos dos meses, pues en enero estaba en 5.25 por ciento anual.
Esto corrobora que la inflación de servicios continúa sin mostrar un punto de inflexión a la baja. Y da la razón para hablar de su ‘terquedad’ de permanecer por arriba del 5 por ciento anual.
La persistencia en las presiones sobre los precios de los servicios es el principal problema inflacionario en la economía mexicana en este momento.
Al interior de los servicios, la inflación anual de la vivienda se incrementó de 3.64 a 3.78 por ciento entre enero y marzo de 2024, con lo que alcanzó su mayor tasa anual desde marzo de 2009.
La inflación anual de la educación –colegiaturas– se redujo de 6.63 a 6.36 por ciento entre los meses señalados, aunque se mantiene en niveles elevados.
Y la de los servicios distintos a educación y vivienda –otros servicios– se aceleró de 6.29 a 6.46 por ciento anual en el mismo lapso, siendo su tasa anual más elevada desde octubre de 2023.
En tanto, la inflación no subyacente, que incluye los productos más volátiles y las tarifas autorizadas por el gobierno, disminuyó de 5.24 a 3.67 por ciento anual entre enero y febrero, pero en marzo rebotó a 4.03 por ciento.
El foco de los analistas está en la reducción de la inflación subyacente, que se prevé mantendrá una trayectoria descendente, pero si la no subyacente vuelve a repuntar, como lo hizo en el segundo semestre de 2023, se generará una fuerte presión sobre la inflación general.
El hecho de que la inflación anual de servicios aún no muestre un claro punto de inflexión a la baja representa un desafío para el proceso de convergencia de la inflación a su meta de 3 por ciento, que el Banco de México sigue anticipando para el segundo trimestre de 2025.
Después del primer recorte de la tasa de referencia el mes pasado en 25 base a 11 por ciento, hay señales encontradas para la determinación de la postura monetaria en las siguientes reuniones de Banxico.
En términos de las expectativas de los analistas sobre la trayectoria de la tasa en el corto plazo, la mayoría prevé que permanecerá sin cambios en la próxima decisión de mayo.
En la encuesta de Citibanamex del 5 de abril, la mayoría de los analistas anticipa que la tasa de interés se mantendrá sin cambios en la decisión de mayo y que el próximo recorte se realice en junio.
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