Los mercados financieros de Nueva York reflejan un enfoque de cautela por parte de los inversionistas ante la inminente decisión de política monetaria de la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos, programada para hoy.
La tasa de interés se ha mantenido sin cambios en el rango de 5.25 a 5.50 por ciento desde julio de 2023, pero los mercados se preparan para el primer recorte que marcará el inicio del ciclo de relajación monetaria en esa economía.
El alivio monetario en EU ya está por llegar, pues los mercados esperan que la Fed flexibilice su política monetaria este miércoles por primera vez en cuatro años.
Pero la magnitud del recorte de tasas sigue siendo una incógnita y es un tema que las autoridades monetarias debatirán en su reunión de dos días, que comenzó ayer.
Los operadores del mercado de bonos en Wall Street apuestan a que la Fed iniciará esta semana su ciclo de recortes de tasas con un movimiento de medio punto.
Entre finales de la semana pasada e inicios de esta crecieron las apuestas por un recorte de tasas de medio punto de la Reserva Federal este miércoles.
Este cambio en las expectativas se produjo a pesar de datos de inflación subyacente superiores a lo esperado en agosto.
Los inversionistas están cada vez más apostando por una reducción de 50 puntos base, después de que los informes de empleo recientes revelan señales de debilitamiento del mercado laboral.
La Fed enfrenta la presión de varios actores políticos, pues algunos legisladores piensan que está actuando con demasiada cautela y el expresidente Donald Trump cree que debería abstenerse de recortar las tasas antes de las elecciones de noviembre.
En este contexto, senadores demócratas instaron a través de una carta al presidente de la Fed, Jerome Powell, a que baje en 75 puntos base las tasas de interés este miércoles para proteger a la economía estadounidense de posibles daños.
Los senadores Elizabeth Warren, Sheldon Whitehouse y John Hickenlooper escribieron en la carta que “si la Fed es demasiado cautelosa al recortar las tasas, correría el riesgo innecesario de que nuestra economía se encamine hacia una recesión”.
En este momento la economía parece encaminada a evitar una recesión considerando que la Reserva Federal comenzará a flexibilizar su política monetaria justo antes de las elecciones presidenciales.
Tan es así que los reportes sobre ventas minoristas y producción industrial de agosto mostraron sorpresas positivas inesperadas en la economía de EU, pues ambos indicadores superaron las expectativas de los analistas.
Sobre todo las ventas minoristas, que aumentaron 0.1 por ciento en el mes y que al quedar por arriba de la previsión de una caída de 0.2 por ciento, mostraron que el consumidor estadounidense se mantiene resiliente.
Los senadores agregaron que el Banco Central “debe considerar implementar recortes de tasas de manera más agresiva desde el principio para mitigar los riesgos potenciales para el mercado laboral”.
Los funcionarios del Banco Central han reiterado que las decisiones de política monetaria no se verán influenciadas por consideraciones partidistas, pero claramente la carta pone de relieve la tensión política que rodea a la Fed.
Una reducción de 75 puntos base sería mucho mayor que la opción de un cuarto de punto ya descontada al 100 por ciento, además de que ajustes más drásticos suelen usarse sólo para emergencias económicas.
El último movimiento en la tasa de 75 puntos base fue en 2022, cuando aplicaron cuatro alzas consecutivas de esa magnitud en un esfuerzo por sofocar el mayor repunte de la inflación en décadas.
Este miércoles, tras la decisión de política monetaria, los inversionistas estarán atentos a las declaraciones del presidente de la Fed, Jerome Powell, quien podría dar una idea sobre la serie de recortes previstos para este año.
Además del movimiento inmediato de tasas y la conferencia de Powell, la actualización de las proyecciones económicas de la Fed y las expectativas sobre futuros recortes en 2025 serán determinantes para el comportamiento del dólar estadounidense.
Por lo pronto, la apreciación de la moneda mexicana a niveles de 19.14 pesos por dólar, después de que una semana antes estaba sobre 20.09 pesos, manda la señal de que el ajuste de tasas en EU será fuerte.