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‘Una golondrinano hace verano’

Es conocido el adagio que dice ‘una golondrina no hace verano’, el cual aplica para México en este momento, pues el desempeño positivo del sector agropecuario en julio no garantiza un crecimiento sostenido de la economía nacional en lo que resta del año.

La actividad económica en México, medida por el indicador que da seguimiento mensual a la economía, inició con paso firme el tercer trimestre del año e incluso sorprendió al alza.

El Indicador Global de la Actividad Económica (IGAE), considerado como un proxy mensual del PIB y publicado por el INEGI el lunes, registró en julio un repunte de 0.6 por ciento mensual con cifras ajustadas por estacionalidad.

La aceleración, después de un crecimiento de 0.2 por ciento en junio, fue mayor a la expansión de 0.1 por ciento anticipada por el consenso de analistas en una encuesta de Bloomberg.

Además, el dato de julio quedó por arriba del avance de 0.1 por ciento mensual que anticipó el Indicador Oportuno de la Actividad Económica, publicado por el INEGI el pasado jueves 19 de septiembre.

A tasa anual, el IGAE aceleró de 1.3 por ciento en junio a 2 por ciento en julio y se ubicó muy por arriba del 1.1 por ciento anticipado por el Indicador Oportuno.

Con este dato, el Indicador Global de la Actividad Económica acumula 41 meses consecutivos con tasas anuales positivas.

El comportamiento de la economía mexicana en el séptimo mes del 2024 fue determinado por el rebote de 11.6 por ciento mensual en el sector agropecuario, después de una caída de 0.3 por ciento en junio.

Por su parte, las actividades terciarias, representadas por el comercio y los servicios, avanzaron 0.4 por ciento tras un nulo crecimiento en el sexto mes del año.

A su vez, el sector industrial se incrementó 0.2 por ciento, después de que en junio aumentó 0.4 por ciento y en mayo, 0.7 por ciento. Así, perdió dinamismo por segundo mes consecutivo.

Esto evidencia que la actividad industrial en México extendió su debilidad al inicio del segundo semestre del año ante la pérdida de dinamismo en las manufacturas, uno de los motores del crecimiento de la economía nacional.

El sector manufacturero registró una contracción mensual de 0.8 por ciento en julio, tras un repunte de 2 por ciento el mes anterior, siendo su mayor caída desde abril de este año.

En contraste, la construcción presentó un mejor desempeño al lograr un impulso mensual de 2.6 por ciento, su mayor expansión desde octubre del 2023.

De vuelta al IGAE, los sectores agropecuario, industrial y comercio y servicios registraron crecimientos a tasa anual de 12.5, 0.6 y 2.2 por ciento contra julio de 2023, respectivamente.

Todos reportan una expansión al inicio del segundo semestre de 2024, aunque con amplias diferencias en su ritmo de crecimiento, pues mientras el sector primario aceleró a su mayor nivel desde 2016 beneficiado por condiciones climáticas que favorecieron la producción, las actividades secundarias reflejan un virtual estancamiento.

Más aún, las actividades primarias pasaron a terreno positivo después de llevar tres meses en zona de contracción por afectaciones climáticas.

“Pensamos que la heterogeneidad entre los sectores será todavía más marcada, con mayor incertidumbre en la industria, pero con probable resiliencia en los servicios”, anticipó el equipo de Análisis Económico de Banorte.

Es conocido el adagio que dice ‘una golondrina no hace verano’, el cual aplica para México en este momento, pues el desempeño positivo del sector agropecuario en julio no garantiza un crecimiento sostenido de la economía nacional en lo que resta del año.

“En este contexto donde se mantienen señales de debilidad, recientemente ajustamos nuestros estimados del PIB situándose en 1.3 por ciento anual para todo 2024 y 1 por ciento para 2025″, estiman los analistas de Banorte.

Coincidente en la expectativa, el área de Estudios Económicos de Citibanamex mantiene su proyección de crecimiento del PIB para 2024 en 1.3 por ciento.

Su pronóstico toma en cuenta la debilidad en la demanda externa, la desaceleración paulatina en la generación de empleos, la caída proyectada para el gasto público y el elevado nivel de incertidumbre política que afectaría las decisiones de inversión.

Estos escenarios y las proyecciones de otros bancos y grupos de análisis apuntan cada vez más a que este año la expansión de la actividad económica en México estará más cerca de 1 por ciento que de 2 por ciento.

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