El inicio del nuevo gobierno en México parece que incidió positivamente en los niveles de confianza de la población.
Los resultados del Indicador de Confianza del Consumidor (ICC) de octubre pasado publicados por el INEGI así lo reflejaron:
El indicador general se ubicó en 49.4 puntos con datos ajustados por estacionalidad y subió 2 unidades respecto a septiembre, siendo el mayor incremento mensual desde noviembre de 2021.
El nivel de confianza se convirtió en la mayor lectura del ICC desde que hay registros disponibles a partir de 2001.
Dicho de otra manera, ya se superó el máximo histórico previo, que se alcanzó en febrero de 2019, con 48.5 puntos, en el tercer mes del gobierno de Andrés Manuel López Obrador.
El ICC se calcula con base en las series desestacionalizadas por el INEGI y el Banco de México a partir de los datos generados por las preguntas sobre la situación económica actual, así como la esperada para los próximos 12 meses, del hogar y del país, y las posibilidades actuales de compra de bienes durables para el hogar.
De sus cinco componentes, el que más repuntó en octubre fue el relacionado con la situación económica del país esperada dentro de 12 meses respecto de la actual, que despegó 4.2 puntos, a un nivel de 55.4 puntos, el mayor desde marzo de 2019.
Este componente se ha mantenido por arriba de 50 puntos desde mayo de este año, lo cual deja ver que existe optimismo sobre la situación económica futura de México.
En el mismo sentido, el rubro que capta la expectativa sobre la situación económica esperada de los miembros del hogar dentro de 12 meses respecto de la actual repuntó 3.1 unidades, a 60.8 puntos, un nuevo máximo histórico.
Además, entre los diez indicadores complementarios sobre la confianza del consumidor, el que más se incrementó es el relacionado con la situación del empleo en el país en los próximos 12 meses.
El aumento en la confianza de los consumidores en octubre coincide con el inicio del sexenio de la presidenta Claudia Sheinbaum.
De hecho, el máximo histórico del ICC alcanzado en octubre pasado está 5.1 puntos por arriba del nivel de confianza que se registró al inicio del gobierno de AMLO en diciembre de 2018.
¿Esto sugiere que el público espera una mejoría importante y generalizada de la economía mexicana, reflejada en mayor crecimiento económico, mayor creación de empleos y menor inflación?
No necesariamente, pues las perspectivas para el crecimiento de México en 2025, el primer año completo de Sheinbaum en el gobierno federal, siguen mostrando un sesgo a la baja.
Como botón de muestra llamó la atención la caída en la expectativa de crecimiento del Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas para el año entrante, que pasó de 1.3 a sólo 1.0 por ciento entre septiembre y octubre.
Los analistas de mercados financieros encuestados por Citibanamex mantuvieron su estimación de crecimiento para 2025 también en 1 por ciento, según la mediana respectiva, en la encuesta publicada el pasado 5 de noviembre.
El propio Citibanamex estima el crecimiento del PIB de 2024 en 1.5 por ciento, pero el del siguiente año en sólo 0.2 por ciento.
“Actualizamos nuestro marco macroeconómico ante el resultado electoral de EU y, en menor medida, ante la intensificación de la incertidumbre jurídica en México”.
La incertidumbre sobre el crecimiento está asociada no sólo al triunfo contundente de Donald Trump, sumado a que el Partido Republicano controlará el Senado y está cerca de obtener el control de la Cámara de Representantes, sino también a la reforma judicial en México y la apresurada reforma constitucional que inhabilita a la Corte para revisar cualquier modificación a la Constitución.
“La incertidumbre jurídica y en general sobre las reglas del juego en México se sigue deteriorando”, estima Citibanamex al advertir de la extinción de siete organismos autónomos, “lo que abona al deterioro del panorama político”.
En suma, las perspectivas de crecimiento del PIB para 2025 siguen mostrando un sesgo a la baja, aun cuando el indicador de confianza del consumidor está en niveles históricamente elevados, al igual que el componente asociado con la situación económica futura del hogar.