Con el swing corriendo por sus baquetas y el funk y pop latiendo en su corazón, Migdalia Tamez Treviño ha comenzado a escribir su historia en la escena jazz de Inglaterra y de nuestro país.
En retrospectiva, Migdalia jamás hubiera pensado que terminaría en donde está: no nada más viviendo por la música sino de ella y en Inglaterra. Originaria de Monterrey, Nuevo León y de una familia de músicos, desde temprana edad le descubrieron sus dotes para la batería y a los 10 años ya estaba tomando clases particulares. Tocaba con su familia, amigos, en la iglesia. Sin embargo, aún no tenía definido, a diferencia de su hermano que es músico concertista, de querer dedicarse a la música por completo.
No fue sino hasta concluir sus estudios universitarios en Monterrey y de clases con jazzistas regios como Roger Nuncio, Emilio Tamez y Raúl Carmona ─a quien está particularmente agradecida por la enseñanza, acercamiento y ampliación de ritmos─, que la oportunidad se le presentó: una beca para estudiar en Berklee College of Music en Bostón y la decisión de quemar las naves.
Esfuerzo, constancia, disciplina y pasión es lo que ha caracterizado la trayectoria de Migdalia. Luego de tocar en diversos proyectos, con la pandemia a cuestas, los escenarios cerrados y la necesidad de compartir música, comenzó a compartir videos por Instagram, que eran bloqueados al no poseer los derechos de las piezas. Así que tomó la decisión junto con su esposo Wikus de componer sus propios temas y trabajar en el desarrollo de su proyecto: Migdalia Van Der Hoven Quartet.
Girl Facing South es el nombre del EP que grabó el pasado 9 de junio, en vivo, en Toulouse Lautrec Jazz Club, uno de los principales centros para el jazz londinense, acompañada de Johnny Mayers al bajo, Josh Stidwill al piano y Wikus Van Der Hoven, en el Sax.
Al estándar Invitation, de Bronisław Kaper y Paul Francis Webster, se suman tres temas originales: Girl Facing South, Savannah Rain y Red Skies, en donde se hacen presentes los gustos e influencias de Migdalia. Vamos del swing a sonidos funks con las líneas del bajo de Mayers y todo aderezado con mucho groove y unos solos de Migdalia que confirman lo que dice, en la improvisación es en donde mejor se siente a la hora de interpretar.
A pocos meses de creado Migdalia Van Der Hoven Quartet ha logrado cimentar su proyecto de manera importante en la escena jazzera de Londres, al grado de hacer la presentación oficial de su disco en el prestigioso Ronnie Scott’s Jazz Club, que desde hace 60 años ha recibido a la crema y nata del jazz mundial.
En México y en prácticamente gran parte del mundo persiste una serie de estigmas e inequidades para las mujeres y en el jazz no es la excepción (sobre todo en un instrumento como la batería), eso lo tiene claro Migdalia, quien con su proyecto busca representar a la mujer dignamente, ponerse al nivel de los hombres, pero además aportar, inspirar y abrir el espacio para que otras mujeres jazzistas tengan esos espacios y facilidad para compartir su música. Para ello se acercó a la organización Women in Jazz, creada en 2019. El colectivo desde diferentes espacios, apoya, impulsa, difunde y celebra el trabajo de mujeres para inspirar a las nuevas generaciones.
“La música habla por sí sola”, comenta Migdalia sobre el vertiginoso camino que la ha llevado de hacer videos para Instagram a estar en los mejores escenarios y festivales de jazz de Inglaterra. “Se nos han abierto muchas puertas en corto tiempo”, como la de la empresa australiana de platillos RED Cymbals, quienes le ofrecieron tener su propia línea de platillos llamada Van Der Jazz, diseñados totalmente por ella.
Con la fuerza y groove de su música, su batería y el 200 por ciento que da en cada presentación, Migdalia se va forjando un lugar importante en el jazz y de eso daremos cuenta.