CIUDAD DE MÉXICO. La iniciativa del presidente Enrique Peña Nieto en materia de seguridad y justicia inició su trámite legislativo en el Senado de la República, la cual se busca sea aprobada por consenso en el pleno de ese órgano parlamentario a más tardar el miércoles 10 de diciembre.
Sin embargo, senadores de PAN, PRD y PT advirtieron que las reformas constitucionales que envió el jefe del Ejecutivo federal requieren una "cirugía mayor", y adelantaron que no van a discutir "ocurrencias".
Por ello, panistas, perredistas y petistas no descartaron que este tema se discuta en un periodo extraordinario en la segunda quincena de diciembre o en enero, pero incluso hasta el próximo periodo de sesiones, que inicia el 1 de febrero de 2015.
El proyecto de ley fue turnado a las comisiones unidas de Puntos Constitucionales, de Justicia y de Estudios Legislativos Segunda, que presiden los senadores Enrique Burgos García, del PRI; Roberto Gil Zuarth, del PAN, y Alejandro Encinas Rodríguez, del PRD, respectivamente, quienes eventualmente convocarán a reunión antes del viernes para definir la ruta del ordenamiento y declararse en sesión permanente.
La idea es que en los próximos siete días –donde no se descarta que incluso se realicen trabajos durante el fin de semana– esas instancias senatoriales tengan listo un dictamen de consenso que pueda subirse al pleno el 10 de diciembre.
De concretarse un acuerdo entre las fuerzas políticas en la Cámara alta en los próximos días, como lo valoraron en la víspera los coordinadores parlamentarios de PRI, PAN y PRD en ambas cámaras del Congreso de la Unión, la minuta en la materia se discutiría y aprobaría sin cambios directamente en el pleno de la Cámara de Diputados entre el 11 y el 15 de diciembre.
Una vez que eventualmente se apruebe el ordenamiento en la Cámara baja, los diputados federales lo turnarían a los 31 congresos estatales, a fin de que si se avala por la mitad más uno de los parlamentos locales (16 congresos) inmediatamente se turne a la cámara de origen, que es el Senado, o en su caso a la Comisión Permanente, para que se haga la declaratoria de constitucionalidad y se turne al Ejecutivo federal para su decreto.
DIFERENCIAS DE FONDO
El tema de la iniciativa presidencial fue llevado hasta la tribuna del Senado, en donde el panista Roberto Gil Zuarth aseguró que el Ejecutivo federal puede hacer más de lo que su decálogo plantea y "no necesita de periodos extraordinarios para poner manos a la obra".
Al respecto, la también panista Silvia Garza Galván puntualizó que esta discusión se deben incorporar iniciativas que ya están en el Senado, como la de desaparición forzada, tortura o el fortalecimiento de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH).
En cambio, Omar Fayad Meneses, del PRI, pidió a la oposición "no aprobar las reformas a priori, pero tampoco reprobarlas a priori", y exigió "no hundirse en una estéril y falsa discusión de las cosas".
Por su parte, Mario Delgado Carrillo, del partido del sol azteca, aseguró que el proyecto de ley "privilegia el 'manotazo autoritario' en lugar de partir de un diagnóstico real de qué es lo que está pasando en todo el país y por qué la debilidad institucional de los municipios".
"ATENTA CONTRA EL FEDERALISMO": ANAYA
Como "limitada, imprecisa" y con niveles de riesgo, el dirigente del PAN, Ricardo Anaya, calificó la iniciativa de reforma sobre seguridad que presentó el presidente Enrique Peña Nieto, por lo que pidió a los grupos parlamentarios de este partido que presenten propuestas "concretas y bien sustentadas" para discutirse en el Congreso.
"No hay espacio para improvisar. Tenemos que estar seguros de que las reformas mejoren la situación de México", afirmó.
Un día después de tener reunión de la Comisión Permanente del partido, advirtió que los mecanismos expuestos en materia de infiltración, mando único y competencias de autoridades, "dejan abierta la puerta a intervenciones discrecionales y autoritarias".
