CIUDAD DE MÉXICO.- Las negociaciones y la firma del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), entre 1992 y 1993, constituyeron un parteaguas para las Relaciones Públicas (RP), al marcar "un antes" de la situación de México, con una imagen deteriorada, a "un después" con un prominente futuro, lo que dio lugar a un boom de estas empresas, coincidieron especialistas.
El gobierno mexicano montó un gran aparato de cabildeo y de RP, que en nuestro país casi no existía, para poder avanzar no sólo con el Congreso de Estados Unidos, sino también con el sector empresarial, lo que vino a expandir y a fortalecer a esta industria, señaló Aliza Chelminsky, exdirectora de Burson Masteller, firma que montó el primer departamento de cabildeo en México.
Los relacionistas públicos se convirtieron, dijo, en parte importante de las negociaciones al presentar a México como un país listo para la globalización, lo que requería de la asesoría de expertos.
Se necesitó de una labor "titánica" para cambiar la imagen de México, tarea que los publirrelacionistas pudieron desarrollar en un mercado con poca competencia y que dio lugar a un boom de esta actividad, comentó Luis Kaim, quien fuera director en la Coordinación de Comunicación Social de la entonces Secofi.
Manuel Alonso Corattella, presidente de AB Estudio de Comunicación, expuso que la firma del TLCAN marcó un parteaguas para las RP que a pocos les interesaba, pero que se fue consolidando como una industria poderosa y exitosa.
A raíz del acuerdo trilateral las RP, que en los ochentas eran muy pocas, comenzaron a cobrar fuerza por la importancia de dar a conocer los beneficios de la apertura comercial y de manejar una imagen positiva de un país que contaba con recursos y productos competitivos a nivel nacional e internacional, comentó Carlos Bonillla, vicepresidente ejecutivo de AB Estudio de Comunicación.
Para atender la creciente demanda que se esperaba con la incursión de empresas extranjeras en el país, las grandes firmas internacionales de RP se asociaron con mexicanas o establecieron oficinas propias, explicó.
México ya estaba en grandes ligas, necesitaba actualizarse y ser competitivo, por lo que las empresas tuvieron que desarrollar su propias técnicas y llegar a una sinergia con las compañías que representarían, comentó Lucía Quiroga, directora de Operaciones de Contacto en Medios.