Las autoridades de Ciudad de México indicaron que esperan el pico de la tercera ola de COVID-19 en la capital y sus suburbios en el mes de agosto, aunque confían en que las hospitalizaciones no se disparen y solo lleguen a poco más de un tercio de las registradas a principios de año, el peor momento de la pandemia en esta región, la más poblada del país.
Según Eduardo Clark, responsable de la gestión de datos de la capital, el escenario ‘más drástico’ del gobierno de la ciudad sería llegar a los 3 mil 500 hospitalizados diarios en el valle de México, un 35 por ciento de los registrados en enero y febrero.
Distintas autoridades del país y la propia Organización Panamericana de la Salud (OPS) llevan varios días alertando del incremento de los contagios en México, sobre todo entre los sectores más jóvenes de la población, que todavía no han sido vacunados. Asimismo, recordaron la importancia de seguir con las medidas de prevención, sobre todo en los lugares turísticos que ahora están en plena temporada alta vacacional, indicó la OPS el jueves.
De hecho, mostraron su preocupación por el alza de casos en Baja California Sur o la península de Yucatán que viven este mes su peor momento, aunque todavía con niveles de letalidad menores que en los picos previos.
Según los últimos datos divulgados por el gobierno federal sobre el exceso de mortalidad, México ya había dejado de registrar este exceso de muertes en junio, un fenómeno constante desde el inicio de la pandemia.
Aún así, con más de 2 millones de contagiados, han muerto más de 356 mil personas por causas asociadas a COVID-19, aunque solo unos 234 mil 400 fueron confirmados con una prueba de laboratorio.
En el caso de la Ciudad de México, las muertes asociadas a COVID-19 sin prueba son el doble de las 34 mil 800 confirmadas hasta el momento.