Salud

Quimioterapia y cuidado de la piel: Claves para protegerla antes y después del tratamiento

Este proceso tiene varios efectos secundarios que afectan al paciente de diversas maneras. Por esta razón, una especialista de la UNAM te indica los sencillos pasos a seguir.

Cuando hablamos de cáncer, lo primero que se nos viene a la mente es la quimioterapia, el tratamiento más común para combatirlo y que tiene beneficios potenciales para hacerle frente a la enfermedad de forma efectiva. Sin embargo, este proceso tiene varios efectos secundarios que afectan al paciente de diversas maneras.

No solo es el cabello o las afectaciones en las uñas, sino también la piel, dándole una textura áspera y seca, que puede provocar comezón y otras molestias, explica para El Financiero la doctora Rosa María Ponce Olivera, académica adscrita a la División de Estudios de Posgrado de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

A propósito del Día Mundial Contra el Cáncer, que se celebra cada 4 de febrero, platicamos con la doctora Ponce Olvera sobre los efectos secundarios de la quimioterapia y radioterapia que aparecen durante el tratamiento, además de los cuidados que los pacientes deben seguir.

¿Qué cambios tiene la piel con la quimioterapia?

La caída de pelo, los cambios en la piel y uñas son las principales afectaciones de la quimioterapia, dice la especialista. Concretamente, en la piel, “es una dermatitis muy especial de ciertas quimioterapias; flagelada -dice-, parece que te dieron latigazos. El paciente se asusta mucho. Le llamamos ‘Dermatitis flagelada por bleomicina’”, explica.

La académica señala que los efectos secundarios de varias quimioterapias y radioterapias relacionados con la piel tienden a ser temporales, aunque pueden ser una fuente de ansiedad para muchos pacientes, ya que causan resequedad, picazón, enrojecimiento u oscurecimiento o descamación de la piel.

Estos procesos puede afectar a la humedad natural de la piel, debido a que reduce la cantidad de aceite que secretan las glándulas. Es posible que se tenga una erupción leve o que la piel se queme al sol con facilidad; esto se llama fotosensibilidad, comenta la especialista Rosa María Ponce.

¿Cómo ayudarle a la piel durante el proceso?

La doctora Rosa María Ponce Olivera afirma que no hay ninguna crema especial, que el paciente no se preocupe por conseguir tal o cual producto. Las medidas en general de cuidado cutáneo le funcionará, sostiene la especialista universitaria.

Baños rápidos con agua tibia, un jabón blanco neutro, de esos para la ropa, sin tallar y sin exfoliar. Humectarla tanto en la mañana como en las noches”, describe. Es importante darle confort al cuerpo y a la piel.

La académica recomienda que el paciente no se te talle al secar, esto podría irritar aún más la piel. Además, es importante reducir su tiempo en la ducha, esto evitará la exposición innecesaria al agua, pues al excederse en el baño se irrita mucho más la piel.

Sobre todo, explica, “no aplicar remedios caseros, ni cremas que no tengan un etiquetado, que digan como que son ‘milagrosos’”, es preferible no usarlos. Si existe alguna afectación más fuerte, la especialista recomienda recurrir al dermatólogo, o en este caso al especialista oncólogo que le dirá qué hacer.

¿Y si no se siguen las recomendaciones?

La doctora Ponce Olivera advierte que las complicaciones en la piel podrían ser diversas. Por ejemplo, podría producir xerosis, “una piel extremadamente seca, fisurada o más predispuesta a dermatitis por contacto”, afirma.

Además, la piel estará más vulnerable ante los agentes irritantes y es posible que los productos que el paciente solía utilizar, ahora le causen reacciones cutáneas. Si se ha recibido radiación, la zona se notará enrojecida, como si se tratase de una quemadura solar.

“Siempre se debe consultar con especialistas y no haga caso de remedios caseros, eso se queda en la creencia popular”, finaliza.

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