Con la llegada de la primavera y las altas temperaturas que se perciben en distintas regiones del país, es necesario que las personas tengan algunos cuidados para evitar problemas de salud como la deshidratación o los llamados golpes de calor.
Un golpe de calor se produce cuando la temperatura del cuerpo se eleva por encima de 39.4 grados centígrados, y esta es incapaz de regularse, ya sea por efecto de las condiciones ambientales o por actividad física vigorosa, señala el Instituto Nacional de Salud Pública (INSP).
¿Cuáles son los síntomas de un golpe de calor?
Previo a esta afección, existe un estado previo llamado agotamiento por calor, durante el que se pueden presentar algunos de los siguientes síntomas:
- Sudoración en exceso;
- Piel muy irritada por el sudor en el cuello, pecho, axilas, pliegues del codo y la zona del pañal (en caso de los bebés);
- Piel pálida y sin sudor;
- Sensación de calor sofocante;
- Sed intensa y sequedad en la boca;
- Calambres musculares;
- Agotamiento, cansancio o debilidad;
- Dolores de estómago, inapetencia, náuseas o vómito;
- Dolor de cabeza;
- Irritabilidad.
Ante una situación por golpe de calor, el Ministerio de salud de Argentina advierte la presencia de síntomas como piel roja, caliente y seca, respiración y frecuencia cardíaca acelerada, dolor constante y punzante de cabeza, vértigos, mareos, desorientación, delirios, confusión, pérdida de conocimiento e incluso convulsiones.
¿Cómo prevenirlos?
Para evitar un golpe de calor, la Secretaría de Salud de México recomienda no exponerse a la luz solar por periodos de tiempo largos entre las 10:00 y las 15:00 horas, permanecer en lugares frescos, y ventilados, además de utilizar gorra o sombrero, y protector solar.
Del mismo modo, es importante lavar las manos constantemente, utilizar ropa de colores claros, evitar los esfuerzos físicos o actividades deportivas exigentes a la exposición del sol, mantenerse hidratados y evitar el consumo de alimentos en la calle.