El 17 de mayo se conmemora el día mundial de la hipertensión, una de las enfermedades más preocupantes en el mundo debido a la alta cantidad de personas que la padecen. En México, el padecimiento es culpable de diversos males y problemas que incluso pueden llevar a las personas a la muerte.
Sergio Alberto Mendoza Álvarez, académico de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), señala que la hipertensión juega un papel importante como factor de riesgo cardiovascular “junto con la diabetes, la obesidad, el tabaquismo, la renal crónica, entre otras”.
Diversos estudios realizados en los últimos años han comprobado que la mala alimentación y el consumo de cigarro y alcohol pueden ser factores para contraer hipertensión. Entidades como Nuevo León y Puebla han reportado altos índices del padecimiento.
En referencia al COVID-19, diversos países en el mundo han enfrentado a la hipertensión como una comorbilidad riesgosa para presentar complicaciones a causa del virus.
La UNAM señala que es fundamental la prevención a través de la constante toma de la presión, así como una alimentación saludable.
Este es el impacto de la hipertensión en México y en el mundo
- La prevalencia de hipertensión arterial en los adultos mexicanos es de 49 por ciento y cerca de 70 por ciento de ellos no sabe que la padece.
- De acuerdo con el estudio “Epidemiología de la hipertensión arterial en adultos mexicanos: diagnóstico, control y tendencias. Ensanut 2020″, 49.2 por ciento de la población con vulnerabilidad socioeconómica tenía hipertensión arterial y sólo 47.1 por ciento fue diagnosticada.
- La hipertensión es uno de los males que más contribuye a la morbilidad y mortalidad en el mundo: para 2019 se estimó que había 828 millones de personas con este padecimiento, causante de 10.8 millones de muertes al año.
- El académico Sergio Alberto Mendoza Álvarez señala que “ni el diagnóstico ni las metas de tratamiento están siendo oportunas para prevenir el riesgo cardiovascular, o un evento cardiovascular fatal”, por esta razón es necesaria la prevención.
¿Cómo medirse la presión?
La Organización Panamericana de la Salud (OPS) actualmente lleva una iniciativa contra la hipertensión llamada “HEARTS”, misma que consiste en invitar a la población a medir su presión arterial, con la finalidad de controlarla y detectar adversidades a tiempo.
De acuerdo con la UNAM, para medir la presión por cuenta propia es necesario estar preferentemente sentado, con la espalda erguida y el brazo a la altura del corazón; medirla en ambos brazos.
Para que la toma de la presión sea efectiva es necesario que el paciente esté “sentado y tranquilo de cinco a 15 minutos previo a la toma de las lecturas, que no haya consumido cafeína ni haber realizado ejercicio 30 minutos antes”.
Estas son las cifras que pueden ayudar a conocer una presión alta e incluso la hipertensión:
- Presión normal: 120 a 129 para la presión sistólica y de 80 a 84 para la diastólica.
- Presión arterial normal alta: 130 a 139 para la presión sistólica y de 85 a 89 para la diastólica.
- Hipertensión grado 1: 140 a 159 para la presión sistólica y de 90 a 99 para la diastólica.
- Hipertensión grado 2: 160 a 179 en la presión sistólica y de 100 a 109.
- Hipertensión grado 3: la sistólica es igual o mayor a 180 y la diastólica, igual o mayor a 110.
- Hipertensión sistólica aislada: la cual la presión sistólica puede estar arriba de 140, pero la diastólica en menos de 90.
La UNAM sugiere tomar atención médica para conocer a fondo la situación de cada persona, así como una medición de la presión con la finalidad de hacer una valoración integral.
Síntomas de la hipertensión
Algunas señales de alarma señaladas por la UNAM son:
- Presentar dolores de cabeza que antes no se tenían.
- Padecer zumbidos de oídos.
- Mareo.
- Cansancio.
- Fatiga o intolerancia a la actividad física.
- Dolor de ojos, palpitaciones, incluso dolor torácico.
- Edema o hinchazón de las piernas