El cáncer es la tercera causa de muerte en México y en la última década la tasa de defunciones por tumores malignos aumentó en el país al pasar de 6.18 muertes por cada 10 mil personas en 2010 a 7.17 por cada 10 mil en 2020, según cifras de Inegi.
Las muertes por cáncer se presentan en mayor medida en mujeres con un 51 por ciento, frente a un 49 por ciento de hombres, siendo la población de 20 a 60 años la que presenta el mayor número de defunciones.
Cada año el país registra entre 2 mil y 3 mil casos de mujeres embarazadas con algún tipo de cáncer, de acuerdo con cifras del International Network, Infertility and Pregnancy.
La travesía que deben recorrer las mujeres en esta situación es larga y dolorosa: desde enfrentarse a la escasez de medicamentos oncológicos, hasta escuchar los dictámenes finales de médicos quienes no les dan ninguna esperanza de vida.
Es el caso de Marlene, joven originaria de la Sierra Alta del estado de Hidalgo, quien fue diagnosticada con linfoma de Hodgkin (cáncer del tejido linfático) a los 18 años.
“Cuando me dijeron eso me puse a llorar, le dije a mi papá que me iba a morir, me preguntaba -¿por qué? Yo soy una persona buena”.
Marlene tuvo que trasladarse de Pachuca al Hospital Juárez de la Ciudad de México para iniciar un tratamiento contra el cáncer, sin embargo su situación se fue agravando cada vez más.
“Recibí la primera quimioterapia, mi mamá se deprimió mucho, ella no podía acompañarme. En la tercera quimioterapia le dije a mi papá que ya no quería continuar, que me sentía muy mal y que me dejara morir porque no soportaba los tratamientos, ni los efectos secundarios”.
Marlene aceptó continuar con los tratamientos durante seis meses, pero después de ese tiempo los médicos le dijeron que los procedimientos no habían funcionado y que ahora requeriría un trasplante de médula, un proceso que sería mucho más costoso.
Pasaron dos años y la enfermedad de Marlene no cesaba. A los 20 años fue reingresada al Hospital Juárez por una grave recaída.
Al borde de la muerte
“Me dijeron que el medicamento no había funcionado y que estaba al borde la muerte, me quedé sin movilidad de medio cuerpo, tuvieron que intubarme. Tenía síntomas de un derrame cerebral”.
Tras permanecer internada cuatro meses, Marlene fue dada de alta, pero un mes después al acudir a una revisión médica, le dijeron que su estado de salud seguía delicado.
“El médico me dijo que lo sentía mucho, pero que ya no podían hacer nada por mi, ni trasplante, ni medicamento. Me desahuciaron, me puse a llorar, tanto luche para que al final me dijeran que ya no se podía hacer nada”.
Sin muchas esperanzas, Marlene volvió a su pueblo y conoció al que ahora es su pareja. Cuando todo marchaba aparentemente bien, empezó nuevamente con malestares y notó que le había crecido un ganglio en la axila izquierda.
“Me contacté otra vez con un hematólogo del Hospital Juárez y me dijeron que ya no podían hacer nada conmigo, que solo podían hacerme una biopsia para determinar en qué etapa se encontraba mi cáncer. Me hice estudios de laboratorio y me enteré que estaba embarazada.”.
Con un embarazo de tres semanas, a Marlene le reiteraron que era difícil atenderla.
Fundación Padma la ayudó
Marlene fue remitida con un especialista del Hospital Regional de Alta Especialidad de Ixtapaluca, quien le ofreció dos opciones: seguir el tratamiento contra el cáncer durante el embarazo o abortar.
“Yo no quería el aborto, dije -me voy a aferrar a mi bebé-. Inicié consultas en ginecología y todo fue saliendo bien, mi cáncer se mantuvo estable”.
Marlene fue apoyada por la Fundación Padma, que en alianza con CREHER (Clínica de Referencia de Enfermedades Hemato-Oncológicas durante el Embarazo), se dedica a tratar a las mujeres con cáncer durante el embarazo a nivel nacional; las ayuda con gastos en transporte, medicamentos, vivienda y estudios especializados.
Afortunadamente Marlene no requirió recibir quimioterapias durante su embarazo y su bebé nació sin complicación alguna, sin embargo, la lucha para ella continúa, pues ahora está en espera de una respuesta para su trasplante de médula.
Las mujeres interesadas en conocer más acerca de la fundación Padma y los servicios que ofrece pueden hacerlo a través de la página www.fundacionpadma.org. También pueden realizarse donaciones para coadyuvar en los tratamientos de las mujeres que más lo necesitan.