La hepatitis infantil aguda es una enfermedad que ha comenzado a presentar contagios en las y los niños mexicanos. En otros países, como Estados Unidos, ya cobró la vida de seis menores.
Ante este panorama surge la pregunta (obligada) ¿la vacuna para la hepatitis del esquema nacional de salud mexicano protege ante este padecimiento?
Especialistas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) respondieron a la incógnita. La doctora Rosa María Wong Chew, Jefa de la Subdivisión de Investigación Clínica de la Facultad de Medicina de la UNAM y el doctor Sarbelio Moreno Espinosa, Director de Enseñanza del Hospital Infantil de México Federico Gómez realizaron una conferencia a distancia.
Wong Chew dijo que ya hay una vacuna para los diferentes tipos de hepatitis y que estas son muy diferentes a la enfermedad que se acaba de detectar en los menores.
Acotó que es un error prevenir la hepatitis agua infantil con las vacunas que ya existen y destacó que aún así es importante mantener los esquemas de vacunación al día.
Otras medidas para evitar contagios de hepatitis son:
- Lavado frecuente de manos antes de preparar alimentos, así como después de ir al baño.
- Cubrir nariz y boca al estornudar y toser.
- No compartir alimentos, bebidas y cubiertos.
- Limpiar y desinfectar juguetes y objetos que las y los menores se lleven a la boca.
- Consumir agua potable.
En tanto, el doctor Moreno Espinosa explicó los tipos de hepatitis que existen, siendo las tipo A (transmitida vía oral y fecal) y B (por transmisión sanguínea) las más comunes y menos dañinas, de las cuales existen vacunas. La hepatitis C, transmitida vía intravenosa, y E, de infección vía oral y fecal, son menos frecuentes, pero si se presentan pueden complicarse, aunque ya existe tratamiento para la C.
“La hepatitis aguda grave de etiología desconocida no se trata de las anteriormente mencionadas. En los países con buenos sistemas de vigilancia epidemiológica se ha detectado que más del 75 por ciento de la población ya tiene anticuerpos contra SARS-CoV-2 y que el sistema inmunológico posiblemente ya esté sensibilizado, y en el momento que llegue este adenovirus a actuar, puede haber una respuesta exagerada, que es la que probablemente afecta el hígado”, señaló el doctor Moreno Espinosa.