La tos es un síntoma que puede persistir durante semanas o meses después de que la infección de COVID haya desaparecido.
Alrededor del 2.5 por ciento de las personas siguen tosiendo un año después de haberse infectado con COVID, de acuerdo con un estudio sobre la prevalencia de la enfermedad.
¿Por qué el COVID provoca tos?
No es de extrañar que el COVID provoque tos, porque el virus afecta el tracto respiratorio, desde las fosas nasales hasta nuestros pulmones.
La tos es una de las formas en que el cuerpo se deshace de irritantes no deseados como virus, polvo y mucosidad. Cuando se detecta algo “extraño” en el tracto respiratorio, se activa un reflejo para provocar tos, lo que debería eliminar el irritante.
Si bien este es un mecanismo de protección efectivo, también es la forma en que se propaga el virus.
¿Cuándo ir al médico por tos pos-COVID?
Pero, ¿cuándo deberías ir al médico por la tos pos-COVID?
Primero que nada, debes tener cuidado de no etiquetar la tos como una tos posterior a la COVID y pasar por alto otras causas graves de tos crónica.
Una cosa a tener en cuenta es una infección bacteriana secundaria, además de COVID. Los signos de una infección secundaria incluyen:
- Un cambio en el tipo de tos (sonidos diferentes, más frecuentes).
- Cambio en el esputo/flema (aumento del volumen, presencia de sangre).
- Desarrollo de nuevos síntomas como fiebre, dolor de pecho, palpitaciones o empeoramiento de la disnea (dificultad para respirar).
Otras enfermedades potencialmente graves pueden causar tos crónica, como insuficiencia cardíaca y cáncer de pulmón, por lo que si existe alguna duda sobre la causa de la tos, es recomendable acudir a un chequeo.
Además de la tos, otros síntomas comunes que causa el COVID-19 son: dolor de cabeza, dolor de garganta, flujo nasal y fiebre.
Con información de The Conversation.