Como bien lo han dicho expertos, el virus causante de COVID-19 no será el único que afectará al mundo en los próximos años. Y es que una vez más se identificó un virus de origen animal en China que ya provocó 35 contagios.
Se trata de un nuevo virus zoonótico, del tipo henipavirus, según informaron medios estatales chinos la tarde de este martes.
Los casos fueron hallados en las provincias de Shandong y Henan, al este y centro del país. Hasta el momento ninguno de los infectados se reporta de gravedad.
El virus, para el que no existen por ahora vacunas o tratamientos, fue detectado mediante muestras tomadas de la garganta de pacientes que habían tenido contacto reciente con animales.
De acuerdo con el Manual Terrestre 2018 de la Organización Mundial de Sanidad Animal, dos de los miembros del género henipavirus, el virus hendra (HeV) y el nipah (NiV), surgieron en la última década del siglo XX como causa de brotes de una enfermedad neurológica y respiratoria que afectó a varias especies animales y humanos.
Los primeros casos de hendra fueron identificados en caballos y un humano en Australia mientras que los de nipah se detectaron en la población de Malasia.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) indica que los huéspedes naturales del virus son los murciélagos de la fruta. Los animales infectados han sido identificados en Australia, Bangladesh, Camboya, China, India, Indonesia, Madagascar, Malasia, Papua Nueva Guinea, Tailandia y Timor-Leste.
¿Cuáles son los síntomas del henipavirus hallado en China?
Las personas contagiadas con un tipo de henipavirus en China han mostrados los siguientes síntomas:
- Fiebre
- Cansancio
- Tos
- Pérdida del apetito
- Dolores de cabeza y musculares
- Náuseas
- Irritabilidad
- Vómito
De acuerdo con la OMS, el virus nipah provoca en humanos infecciones que van desde asintomáticas hasta infecciones respiratorias agudas y encefalitis graves.
Las personas contagiadas presentan inicialmente síntomas gripales como fiebre, dolores de cabeza, mialgias, vómitos y dolor de garganta. En algunos casos, esto puede ir seguido de mareos, somnolencia, alteración de la consciencia y signos neurológicos que indican encefalitis aguda.
Su tasa estimada de fatalidad es del 40 al 75 por ciento aunque varía según el brote, la capacidad local de vigilancia epidemiológica y la atención clínica.