El cáncer de tiroides es una enfermedad por la que se forman células malignas (cancerosas) en los tejidos de la glándula tiroidea por afecciones hereditarias (antecedentes familiares).
De acuerdo con la American Cancer Society, el riesgo de padecer cáncer de tiroides puede incrementarse si una persona se expone a una radiación, si sufre sobrepeso o consume “mucho” yodo en su alimentación.
La tiroides usa yodo, un mineral presente en algunos alimentos y en la sal yodada, para elaborar varias hormonas. Las hormonas tiroideas cumplen las siguientes funciones:
- Controlan la frecuencia cardíaca, la temperatura del cuerpo y la rapidez con la que los alimentos se convierten en energía (metabolismo).
- Controlan la cantidad de calcio en la sangre
¿Qué es el yodo y para qué sirve?
El yodo es un mineral esencial para la salud porque forma parte de las hormonas tiroideas. Nuestro organismo no puede producir yodo y solo lo podemos obtener de los alimentos que forman parte de nuestra dieta. La tiroides normal utiliza el yodo para fabricar principalmente la hormona llamada tiroxina ó T4 (con 4 átomos de yodo) y en menor proporción la triyodotironina ó T3 (con 3 átomos de yodo).
Síntomas de exceso de yodo
Los signos y síntomas del hipotiroidismo causados por el excesivo consumo de yodo varían según la gravedad de la deficiencia hormona. Estos pueden incluir:
- Aumento de la sensibilidad al frío
- Estreñimiento
- Piel seca
- Aumento de peso
- Hinchazón de la cara
- Ronquera
- Debilidad muscular
- Nivel de colesterol en sangre elevado
- Dolores, sensibilidad y rigidez musculares
- Dolor, rigidez o inflamación de las articulaciones
- Períodos menstruales irregulares o más intensos de lo normal
- Afinamiento del cabello
- Ritmo cardíaco lento
- Depresión
- Memoria deficiente
- Glándula tiroides agrandada (bo
Síntomas de deficiencia de yodo
Por el contrario, la deficiencia de yodo es la causa más frecuente de bocio (tiroides grande) y aumento de la susceptibilidad de la glándula tiroidea ante la radiación por accidentes nucleares. A nivel social repercute en una disminución de la productividad laboral y aumento del gasto sanitario.
- En niños y adolescentes: Bocio, hipotiroidismo juvenil, retraso del crecimiento, deterioro intelectual, retrasos psicomotores, problemas de aprendizaje, déficit de atención e hiperactividad
- En adultos: Bocio y sus complicaciones, hipotiroidismo, neoplasias (tumores), hipertiroidismo tras yodoprofilaxis (aumento de la ingesta de alimentos ricos en yodo en la mujer embarazada).