¿Aumentaste una talla en los últimos meses? ¡Ten cuidado! Un estudio reveló que el incremento de peso en las mujeres está ligado con el riego de padecer cáncer de mama.
De acuerdo con la investigación realizada por la revista médica BMJ Open, las jóvenes y mujeres adultas (entre 20 y 60 años) que aumentan el tamaño de su cintura incrementan el riego de padecer cáncer de mama después de la menopausia.
Por esta razón, el estudio señala que la talla de la falda es un indicador que ayuda a predecir esta enfermedad, ya que la grasa alrededor de la cintura es más dañina que la que se acumula en cualquier otra parte del cuerpo.
“La grasa corporal alrededor de la cintura es más activa metabólicamente que el tejido adiposo en otro lugar, porque aumenta los niveles de estrógeno, una hormona que favorece el crecimiento de tumores de cáncer de mama, sostiene.
Además, el estudio plantea que las mujeres que aumentan una talla en un periodo de 10 años, después de cumplir los 25 años, incrementan el riesgo de padecer cáncer de mama en un 33 por ciento. Mientras que quienes aumentan dos tallas, el peligro es del 77 por ciento.
Ante esto, recomiendan llevar una alimentación saludable, realizar actividad física y descansar al menos 8 horas diarias para evitar el desarrollo de tumores. Incluso, expertos recomiendan no beber alcohol o consumir tabaco.
¿Cuáles son las causas del cáncer de mama?
La Secretaría de Salud sostiene que el cáncer de mama no tiene una causa única, pues se han identificado una serie de factores que contribuyen en su aparición y desarrollo. Por ejemplo:
- Edad: Conforme las personas envejecen aumenta el riesgo de padecerlo
- Inicio temprano de la menstruación (antes de los 12 años) e inicio tardío de la menopausia (después de los 55 años)
- Antecedentes de cáncer de seno o de ovario
- Obesidad y sobrepeso
- Tabaquismo y la ingesta de alcohol
- Algunas terapias de reemplazo hormonal y ciertos anticonceptivos orales
- Mutaciones genéticas heredadas en los genes BRCA1 y BR
¿Qué tipos de cáncer de mama existen?
La OMS refiere que el cáncer de mama puede comenzar en distintas partes de la mama. Las mamas constan de tres partes principales: lobulillos, conductos y tejido conectivo. Los lobulillos son las glándulas que producen leche. Los conductos son los tubos que transportan la leche al pezón. El tejido conectivo (formado por tejido fibroso y adiposo) rodea y sostiene todas las partes de la mama. La mayoría de los cánceres de mama comienzan en los conductos o en los lobulillos.
El cáncer de mama puede diseminarse fuera de la mama a través de los vasos sanguíneos y los vasos linfáticos. Cuando el cáncer de mama se disemina a otras partes del cuerpo, se dice que ha hecho metástasis.
De acuerdo con la OMS, los tipos más comunes de cáncer de mama son:
- Carcinoma ductal infiltrante. Este se produce cuando las células cancerosas se originan en los conductos y después salen de ellos y se multiplican en otros tejidos mamarios. Estas células cancerosas invasoras también pueden diseminarse, o formar metástasis, en otras partes del cuerpo.
- Carcinoma lobulillar infiltrante. Este tipo de cáncer ocurre cuando las células cancerosas se originan en los lobulillos y después se diseminan de los lobulillos a los tejidos mamarios cercanos. Estas células cancerosas invasoras también pueden diseminarse a otras partes del cuerpo
¿Cuáles son los síntomas del cáncer de mama?
Los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) de EU señalan que algunas señales de advertencia del cáncer de mama son:
- Un bulto nuevo en la mama o la axila (debajo del brazo).
- Aumento del grosor o hinchazón de una parte de la mama.
- Irritación o hundimientos en la piel de la mama.
- Enrojecimiento o descamación en la zona del pezón o la mama.
- Hundimiento del pezón o dolor en esa zona.
- Secreción del pezón, que no sea leche, incluso de sangre.
- Cualquier cambio en el tamaño o la forma de la mama.
- Dolor en cualquier parte de la mama.