El Doctor Rodrigo García López, del Instituto de Biotecnología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), dio a conocer la variante mexicana de COVID-19, Xibalbá, que actualmente está presente en la península de Yucatán.
A Xibalbá se le identificó como la subvariante BW.1 de ómicron y ha sido encontrada hasta en el 75 por ciento de los genomas secuenciados semanalmente en la región, señala el portal Research Square, que publicó el estudio del investigador mexicano.
Pero y a todo esto, ¿qué significa ‘Xibalbá', como se de denomina a la variante de COVID mexicana?
¿Cuál es el origen de la palabra ‘Xibalbá'?
Esta palabra viene de la mitología maya y significa ‘lugar oculto’. Se refiere al mundo subterráneo, donde rigen las divinidades de las enfermedades y la muerte.
La narrativa se encuentra en el Popol Vuh, una recopilación de narraciones del pueblo quinché, de origen guatemalteco y también ha sido nombrado el libro sagrado de los mayas.
El Popol Vuh fue traducido en un primer momento desde una perspectiva católica, por ello se ubica a Xibalbá como el infierno.
Más adelante se detallaría que el Xibalbá era más la representación de la muerte y las enfermedades, que son parte del ciclo de la vida y no un castigo, como lo es el infierno en el mundo católico.
Por ello, una mejor interpretación de ‘Xibalbá' suele ser el inframundo.
¿Cuáles son las características e la variante de COVID-19 Xibalbá?
El rápido crecimiento de la variante BW.1 coincide con el veloz aumento de casos de COVID-19 en el sureste mexicano durante las últimas semanas, poniendo fin a un período de baja transmisión después de la quinta ola epidemiológica de México.
La variante BW.1 es una subvariante de ómicron que desciende del linaje BA.5.6.2 (igual que la llamada variante Perro del infierno), que pudo haber surgido en México a principios de julio y rápidamente se volvió dominante en la península de Yucatán (Campeche, Quintana Roo y Yucatán) en octubre.
BW.1 porta importantes mutaciones de escape inmunitario que se comparten con las que se encuentran en la variante BQ.1, uno de los linajes de propagación más rápida que se han descrito hasta la fecha.
El análisis genómico de la variante BW.1 sugiere que podría haberse originado en México durante su quinta ola epidemiológica (junio a septiembre de 2022), derivada de los virus BA.5.6.2 que circulan en Yucatán, que a su vez pudo haber sido importado de los Estados Unidos.