Una investigación liderada por el Centro de Biología Molecular Severo Ochoa (CBMSO, CSIC-UAM) descubrió un nuevo efecto secundario en las personas, luego de enfrentarse a una infección de COVID-19: la senescencia.
¿Qué es la senescencia, nueva secuela del COVID?
Se le llama senescencia al estado en donde las células envejecidas pierden la capacidad de dividirse y de contribuir al funcionamiento del organismo. Sin embargo, no desaparecen, sino que con el paso del tiempo se acumulan en casi todos los órganos, en los que segregan moléculas inflamatorias y enzimas que destruyen los tejidos.
“Lo más interesante es que estas células son metabólicamente hiperactivas, lo que las convierte en nocivas para el organismo al crear un escenario proinflamatorio crónico en los tejidos donde se acumulan. La idea era observar si el virus, cuando infecta, amplifica los efectos negativos de las células senescentes”, dijo Cayetano von Kobbe, investigador del CBMSO que ha liderado el proyecto.
16 investigadores de ocho instituciones diferentes comenzaron el estudio de la relación entre los síntomas provocados por el COVID-19 y las células senescentes, también llamadas “células zombis” por su comportamiento.
De acuerdo con estudios posteriores desarrollados en ratones humanizados mostraron el papel de las células senescentes en la creación de un entorno inflamatorio, que contribuye al desarrollo de los síntomas por COVID-19.
El estudio publicado en la revista Aging Cell remarca la importancia de las células envejecidas en la mortalidad y morbilidad inducida por el SARS-CoV-2, lo cual podría extrapolarse a los datos derivados de la pandemia de COVID-19.
Los investigadores también detectaron la capacidad del virus para envejecer a las personas de manera acelerada.
“El envejecimiento de los tejidos se relaciona directamente con el COVID persistente (también denominado síndrome post-covid), y aunque no presenta un efecto inmediato en adultos, sí muestra una mayor implicación en la morbilidad y mortalidad por SARS-CoV-2 observada en personas mayores. Además, ¿qué pasará cuando personas que han sido infectadas lleguen a la tercera edad con unos tejidos más viejos de lo normal? De ahí la importancia de investigar ahora las patologías asociadas al covid persistente”, escribió von Kobbe.
¿Cómo combatir a las células ‘zombies’?
El estudio señaló que existe un tratamiento basado en fármacos ya aprobados por la Agencia Americana del Medicamento (FDA, por sus siglas en inglés) para eliminar este tipo de células.
“Cualquier terapia que acabe con estas células nos permitirá llegar mejor a la vejez y afrontar mejor infecciones oportunistas como el COVID, que se aprovecha de las bajas defensas y de los tejidos envejecidos del organismo”, concluyó el investigador.