Salud

Escasez de medicamentos en México: ¿Qué es la pregabalina y para qué se receta?

La ausencia de la pregabalina ya impacta en sus precios en las farmacias que lo manejan, luego de que el Insabi no concretara la compra de millones de medicamentos.

La pregabalina es uno de los principales medicamentos contra el dolor de nervios. (Especial)

El error del Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi) con el que no compró alrededor de 27.9 millones de medicamentos y material de curación representó que el sector Salud ‘hiciera las paces’ con farmacéuticas nacionales para obtener los fármacos que necesitan; sin embargo, estas respondieron que no tienen la capacidad de producción para atender el abasto de tratamientos como la pregabalina, indispensable para padecimientos crónico degenerativos.

Además de la vincristina (administrada para tratar el cáncer) y el misoprostol (para la interrupción segura del embarazo), la pregabalina es de gran importancia en México, y las grandes farmacias comerciales ya recienten el desabasto de este medicamento, ya que solo fue encontrada en dos cadenas y sus precios van desde los 630 pesos hasta los mil 280, según los miligramos y el número de tabletas.

Andrea Rocha, abogada de la Asociación Civil Movimiento por la Salud y la Integridad Social, dijo que las decisiones de las autoridades provocan “un grave desabasto en el país en pacientes de distintas enfermedades”, lo que afectará en las personas que dependen de la pregabalina.

¿Qué es la pregabalina?

Es un medicamento presentado en tableta de liberación lenta, cápsulas y solución oral, que sirve esencialmente para atender a personas con dolor neuropático, es decir, dolor producido por nervios dañados.


Medline Plus, biblioteca de información sobre medicamentos, argumenta que la administración de la pregabalina es importante luego de una lesión de la médula espinal y para tratar la fibromialgia, además de que forma parte del tratamiento contra casos de convulsiones en adultos y niños.

La pregabalina es un medicamento fuerte que puede provocar adicciones. Por ello, especialistas de salud recomiendan moderar su consumo de esta forma:

  • Indica al médico qué otros medicamentos o medicinas consumes mientras te administrarás la pregabalina para evitar efectos secundarios.
  • Antes de consumirla, indica a tu médico si tomaste alcohol o drogas, con el objetivo de evitar que el medicamento afecte tu salud.
  • Es necesario que informes al doctor si estás embarazada o si planeas tener un bebé, ya que está demostrado que en animales, la pregabalina reduce la fertilidad.
  • No bebeas alcohol mientras consumes la pregabalina, ya que esto aumenta el riesgo de somnolencia.

Efectos secundarios de la pregabalina

Los efectos secundarios en tratamientos con el medicamento normalmente no son agresivos:

  • Cansancio.
  • Mareos.
  • Dolor de cabeza.
  • Sequedad en la boca.
  • Náuseas.
  • Vómitos.
  • Estreñimiento.
  • Gases.
  • Distensión abdominal.
  • Estado de ánimo “exaltado” o eufórico.
  • Problemas del habla.
  • Dificultad para concentrarse o prestar atención.
  • Dificultad para recordar u olvidos.
  • Ansiedad.
  • Falta de coordinación.
  • Pérdida del equilibrio o inestabilidad.
  • Temblor o sacudones incontrolables de una parte del cuerpo.
  • Espasmos musculares.
  • Debilidad.
  • Aumento del apetito.
  • Aumento de peso.
  • Dolor de espalda.

El consumo de pregabalina puede dejar efectos secundarios graves. Si tienes alguno de los siguientes no dudes en llamar a tu medico:

  • Visión borrosa, visión doble u otros cambios en la visión.
  • Urticaria.
  • Sarpullido.
  • Comezón.
  • Ampollas.
  • Inflamación de los ojos, la cara, la garganta, la boca, los labios, las encías, la lengua, la cabeza, o el cuello.
  • Inflamación de los brazos, las manos, los pies, los tobillos o las pantorrillas.
  • Falta de aire.
  • Sibilancia.
  • Dolor muscular, sensibilidad, dolor o debilidad, especialmente si se presenta acompañado de fiebre.
  • Dolor en el pecho.
  • Dificultad para respirar, fiebre, tos, u otros signos de infección (especialmente en niños y lactantes).
  • Dificultad para respirar; piel, labios, o uñas de color azulado; confusión; o somnolencia extrema.

También lee: