¿De pronto y sin explicación alguna ‘das el botonazo’? Es decir, se te inflama el vientre y además, presentas dolor si realizas movimientos bruscos. A ello sumas que los síntomas aparecen cuando no ingeriste alimentos que afecten al sistema digestivo e incluso no comiste.
Estas situaciones parecen tener relación con la colitis, una enfermedad digestiva crónica, que se manifiesta por la inflamación del revestimiento interno del colon.
Según la Secretaría de Salud, un 16 y 30 por ciento de la población padece colitis, que afecta principalmente a mujeres menores de 45 años de edad.
Hay varios tipos de colitis que se clasifican según los síntomas, las más comunes son la ulcerosa y la de Crohn, ambas en general afectan al intestino grueso.
Síntomas de la colitis ulcerosa
Según la Clínica de la Universidad de Navarra, este tipo de colitis es crónica y se presenta en brotes localizados en el recto. También incrementa el riesgo de padecer cáncer de colon. Estos son los síntomas:
- Diarrea con sangre o pus.
- Sangrado rectal o pequeñas cantidades de sangre en las heces.
- Dolor y calambres abdominales.
- Dolor en el recto.
- Pérdida de peso.
- Fatiga.
- Fiebre.
Para tratar este tipo de colitis los médicos recetan antinflamatorios como corticoides o supresores del sistema inmunitario.
Síntomas de la colitis de Crohn
La colitis de Crohn provoca hinchazón de los tejidos del tracto digestivo, que detona en fuertes dolores en el intestino grueso o delgado. Estos son los síntomas:
- Diarrea.
- Fiebre.
- Fatiga.
- Dolor y cólicos abdominales.
- Secreción cerca o alrededor del ano debido a la aparición de fístulas.
Mayo Clinic destaca que no hay cura para este tipo de colitis, pero hay tratamientos que reducen los síntomas y que a largo plazo llevan a que estos desaparezcan.
¿Cuáles son las causas de la aparición de la colitis?
Los especialistas indican que la inflamación del intestino delgado o grueso está relacionada con aspectos como la alimentación y el estrés.
Otra posible causa es el funcionamiento del sistema inmune, ya que cuando este intenta combatir una bacteria o virus, produce una respuesta anormal y provoca que el sistema ataque las células del tubo digestivo.
Se suma el factor hereditario o genético, ya que la colitis ulcerosa es común en las personas que tienen familiares con este padecimiento.
En tanto, la doctora Carolina Ramírez, adscrita al Servicio de Gastroenterología del Hospital Juárez de México, detalló que otros aspectos a considerar son la alimentación alta en grasas y azúcares, así como alteraciones psicológicas, como depresión y ansiedad.