Salud

No solo EU: China también aprueba su primera vacuna COVID de ARN mensajero

Según la empresa, se realizó un estudio clínico entre el 10 de diciembre de 2022 y el 18 de enero de 2023 en el que se observó una protección del 70.2 por ciento.

Tras el anuncio sobre la nueva vacuna china, el valor de las acciones de la farmacéutica en el parqué hongkonés aumentaba un 2.82 por ciento poco después del mediodía.(EFE).

La farmacéutica china CSPC anunció hoy que su vacuna de ARN mensajero contra el COVID-19 ha recibido aprobación de las autoridades chinas para su uso de emergencia, convirtiéndose en la primera de ese tipo autorizada en el país asiático.

La empresa informó a la Bolsa de Hong Kong, donde cotiza, de que la Comisión Nacional de Sanidad y la Administración Nacional de Productos Médicos del gigante asiático dieron luz verde a su vacuna, llamada SYS6006, informó el portal de noticias Sina.

¿Cuál es la eficacia de la vacuna china de ARN mensajero?

Según la empresa, se realizó un estudio clínico entre el 10 de diciembre de 2022 y el 18 de enero de 2023 en el que se observó una protección del 70.2 por ciento entre el séptimo y el 28º día tras la inmunización y del 85.3 por ciento entre el 14º y el 28º día.

En el estudio se estudiaron 4 mil casos de inmunizaciones realizadas con la SYS6006, en las que “la incidencia de efectos adversos fue relativamente baja y su gravedad, leve”.

Tras el anuncio, el valor de las acciones de la farmacéutica en el parqué hongkonés aumentaba un 2.82 por ciento poco después del mediodía.

¿Qué vacunas ha usado China contra el COVID?

La campaña de vacunación en China continental se ha basado en vacunas producidas por las empresas nacionales Sinovac, Sinopharm y CanSino, que emplean vectores inactivados del adenovirus, una de las plataformas vacunales más tradicionales y seguras que existen pero cuya eficacia es menor que la de las basadas en ARN mensajero.


China ha rechazado usar vacunas de ARN mensajero procedentes del extranjero, decisión que le ha valido al país asiático críticas por parte de expertos internacionales.

El pasado 8 de enero, las autoridades redujeron de la categoría A -nivel de máximo peligro- a la B la gestión del COVID-19, marcando así en la práctica el final de la política de ‘cero COVID’.

A la retirada de las restricciones le siguió una oleada de infecciones en todo el país, durante la cual se registraron momentos de gran presión hospitalaria.

En aquellas fechas, algunas voces criticaron una posible falta de preparación por parte de las autoridades antes de relajar las medidas.

Entre el 8 de diciembre y el pasado 9 de febrero, período que cubre la retirada de las medidas de prevención más estrictas y la posterior ola de contagios, se registraron oficialmente en China 83 mil 150 muertes en hospitales relacionadas con el COVID-19.


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