Salud

COVID-19: Contagiados con ómicron no desarrollan síntomas prolongados

Un nuevo estudio indagó en cómo la variante ómicron disminuye las posibilidades de que las personas desarrollen COVID largo.

Mortality and burden of post-COVID-19 syndrome have reduced with time across SARS-CoV-2 variants in haematology patients, es un estudio dirigido por el hematólogo John Willan. (Cuartoscuro).

Un nuevo estudió reveló que las personas que se contagiaron con la variante ómicron, de COVID-19 tienen muy bajas probabilidades de que la infección sea larga.

Ómicron probablemente se originó en África occidental a pesar de que se identificó por primera vez en el sur del continente, según un estudio dirigido por la Universidad Stellenbosch de Sudáfrica y Charite -Universitatsmedizin Berlin.

Mortality and burden of post-COVID-19 syndrome have reduced with time across SARS-CoV-2 variants in haematology patients, es un estudio dirigido por el hematólogo John Willan, de las Universidad de Oxford y encontró que sólo el 15 por ciento de quienes tienen una infección con ómicron, tendrán síntomas prolongados.

Se monitorearon a los pacientes de hematología infectados con COVID-19 desde el comienzo de la pandemia. En total, se identificaron 128 pacientes y se realizaron entrevistas telefónicas con 94 de 95 sobrevivientes.


La mortalidad del COVID disminuye por variante

El estudio también encontró que la ‘infección original’ del 2020, comparada con la del 2022 o 2023 ha reducido su mortalidad y gravedad.

La mortalidad a los 90 días atribuida al COVID-19 ha disminuido secuencialmente del 42 por ciento para las cepas original y Alpha al 9 por ciento y al 2 por ciento para las variantes delta y ómicron, respectivamente.

Además, el riesgo de síndrome post-COVID-19 en los sobrevivientes se redujo del 46 por ciento para las cepas original o alpha al 35 por ciento para delta y el 15 por ciento para la cepa ómicron.

‘‘Dado que la aceptación de la vacuna ha sido casi universal en pacientes , no es posible determinar si los mejores resultados reflejan la patogenicidad reducida del virus o el despliegue generalizado de la vacuna’', se detalla en el estudio.

Si bien la mortalidad y la morbilidad siguen siendo más altas en pacientes hematológicos que en la población general, los datos del estudio sugieren que los riesgos absolutos ahora son significativamente más bajos. Dada esta tendencia, creemos que los médicos deben iniciar conversaciones sobre el riesgo con sus pacientes sobre si deben mantener algún aislamiento social autoimpuesto.

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