Aunque un infarto suele relacionarse con personas de más de 50 años, cada vez es más común que la gente de menos de 30 tenga problemas cardiovasculares.
Datos del Instituto Nacional de Cardiología indican que México reportó una tasa más de mortalidad de 27.2 por ciento en 2017. Además, ese año se registró un repunte en el número de infartos en hombres y mujeres de 35 años de edad.
El pasado domingo 9 de abril, a sus 27 años, Julian Figueroa, hijo de Joan Sebastian y Maribel Guardía, falleció a causa de un infarto agudo al miocardio y fibrilación ventricular, según confirmó su madre.
De acuerdo con Maribel Guardia, los servicios de urgencias llegaron a un domicilio en la Alcaldía Álvaro Obregón; sin embargo, ya no pudieron hacer nada para salvar la vida de Julian Figueroa.
La muerte de uno de los ocho hijos de Joan Sebastian revivió la pregunta de qué tan común y cuáles son las causas de un infarto antes de los 30 años.
¿Qué es un infarto?
La Clínica Mayo explica que un ataque cardíaco o infarto de miocardio ocurre cuando se bloquea o se reduce gravemente el flujo de sangre que va al corazón.
“Por lo general, la obstrucción se debe a una acumulación de grasa, colesterol y otras sustancias en las arterias del corazón (coronarias). Los depósitos de grasa que contienen colesterol se llaman placas. El proceso de acumulación de placas se llama ateroesclerosis”.
De acuerdo con la Clínica, “una placa puede romperse y formar un coágulo que bloquea el flujo de sangre. La interrupción del flujo de sangre puede dañar o destruir una parte del músculo cardíaco”.
Alan Ackerman, un cardiólogo en Miami, Estados Unidos, señala que cuando un coágulo produce un daño extenso que hace que el corazón deje de latir, sólo necesita unos segundos para que un infarto sea fatal.
¿Cuáles son los síntomas de un infarto?
Aunque cada persona puede experimentar síntomas de un infarto de diferente intensidad, es importante no perder de vista los siguientes signos:
- Dolor en el pecho que puede sentirse como opresión.
- Dolor o molestias que se propagan al hombro, al brazo, a la espalda, al cuello, a la mandíbula, a los dientes o, a veces, a la parte superior del abdomen.
- Sudor frío.
- Fatiga.
- Acidez estomacal o indigestión.
- Aturdimiento o mareos repentinos.
- Náuseas.
- Falta de aire.
Debido a que las personas jóvenes consideran que no tienen riesgo de un infarto, es posible que no acudan a revisión médica; sin embargo, es necesario consultar a un especialista ante cualquier signo o síntoma de un infarto.
¿Cuáles son los factores de riesgo para un infarto antes de los 30 años?
Agustín Villarreal González, médico cardiólogo clínico en el Instituto Nacional de Cardiología, explica que, anteriormente, un infarto era más común en personas de más de 60 años, especialmente en habitantes de regiones urbanas; sin embargo, ese problema ya se extendió a zonas rurales y a personas más jóvenes.
Los factores de riesgo de infarto en personas menores de 30 años tienen que ver, principalmente, con su estilo de vida. Entre las causas se encuentran:
- Sedentarismo, es decir, pasar mucho tiempo sentado.
- Malos hábitos alimenticios y/u obesidad, ya que provocan obstrucciones en los vasos del corazón.
- Hipertensión.
- Estrés.
- Niveles altos de colesterol.
Otro factores que también incrementan el riesgo de un infarto antes de los 30 años son: la diabetes tipo II, fumar.
De acuerdo con el Villarreal González, una dieta balanceada, realizar actividad física durante 30 minutos al día y dormir ocho horas diarias son hábitos que reducen “de manera importante” las enfermedades relacionadas con los infartos.