Salud

Discalculia, la ‘dislexia’ de los números: ¿por qué sucede y cuáles son los síntomas?

Hay personas que tienen problemas con los números y complicaciones para hacer cálculos.

La discalculia se presenta en etapas tempranas de la educación infantil. (Shutterstock)

Los números tienen una presencia constante en la vida de cualquier persona. Se emplean en una amplia gama de situaciones. Por ejemplo, para recordar el número PIN del teléfono. Para conocer la fecha y la hora en la que vivimos. O bien para identificar la mejor oferta durante las compras del día a día.

Pero, aun siendo cruciales en nuestras vidas, no todas las personas tienen la misma habilidad para entenderlos y manipularlos. Hay quienes son genios de los números. Pero también hay personas a las que les cuesta mucho realizar cualquier tipo de cálculo, hacer estimaciones o resolver problemas aritméticos. Estas últimas, sin saberlo, pueden tener discalculia.

¿Qué es y por qué sucede la discalculia?

Esta condición se caracteriza por una especial dificultad con el manejo de los números. También se conoce como la dislexia de los números. La discalculia se manifiesta desde los primeros cursos escolares y es una condición de por vida. Interfiere significativamente en el rendimiento académico o en las actividades de la vida cotidiana de la persona adulta.

La discalculia tiene un origen neurobiológico. Actualmente se sabe que las personas con discalculia presentan un menor volumen de sustancia gris en diferentes zonas del cerebro. Asimismo, las conexiones entre estas zonas están afectadas. Por ello, el procesamiento de la información numérica es más lento y de peor calidad.

La mayor parte de estudios coinciden en afirmar que la discalculia afecta por igual a hombres y mujeres. Sin embargo, otras investigaciones muestran resultados dispares. Hacen falta más estudios para determinar si existen o no diferencias.

¿Cómo se manifiesta la dificultad con los números?

Los primeros signos de alerta suelen aparecer en la educación infantil. El diagnóstico se realiza a partir de los 6 años. Puede manifestarse de forma aislada, o conjuntamente con otros trastornos del aprendizaje escolar.


La comorbilidad con la dislexia y el trastorno por déficit de atención (TDAH) es de entre el 25 y 30 por ciento.

Discalculia: síntomas y signos de alerta

Los principales signos de alerta aparecen al acabar la educación infantil:

  • Dificultades para clasificar los objetos por tamaño, forma o cantidad.
  • Confusión entre conceptos como “mayor que”, “más de”, “más grande que”.
  • Errores al escribir o denominar cifras pequeñas, inferiores a 10.
  • Errores en el reconocimiento de símbolos matemáticos (+, -).

En la educación primaria (6 a 12 años), los principales signos de alerta son:

  • Dificultad para aprender y recordar cómo realizar operaciones.
  • Dificultad para reconocer signos aritméticos.
  • Fragilidad en memorizar operaciones de un solo dígito.
  • Uso de los dedos para calcular.
  • Rechazo a las matemáticas.

Dos cursos escolares por debajo

En la discalculia hay un rendimiento en matemáticas muy inferior al esperado. Suele estar dos cursos por debajo del nivel que correspondería por edad.

A partir de tercero de educación primaria se toma consciencia de las dificultades. Ello tiene consecuencias a nivel emocional. Suele aparecer ansiedad hacia las matemáticas y el rendimiento en otras asignaturas puede verse comprometido.

Intervenciones y entrenamientos

Al igual que la dislexia, la discalculia se puede tratar y mejorar. No obstante, las dificultades persistirán a lo largo de la vida.

La eficacia de la intervención es mayor si se inicia precozmente. Es muy importante disponer de herramientas de detección precoz al finalizar la educación infantil. Si a esta edad ya hay signos de alerta, debe iniciarse un programa de entrenamiento.

El entrenamiento debe ser individual y adaptado a cada alumno. Se recomienda que sea intensivo, de 4-5 sesiones semanales de 10-15 minutos cada una.

Programas validados científicamente

Actualmente existen programas validados científicamente para la intervención de la discalculia. Entre ellos, destacan los de formato digital. Su principal fortaleza radica en su capacidad de ajustarse al nivel de dificultad de cada caso.

Por ejemplo, el programa The Number Race: practicando diariamente con él durante cinco semanas consecutivas, se mejora en tareas de comparación de números y en cálculo mental.

El programa Rescue Calcularis ha conseguido mejoras en el rendimiento matemático y cambios a nivel de actividad cerebral.

En España, investigadores de la Universidad de Barcelona y la Universidad de Vic-Universidad Central de Cataluña han desarrollado NeurekaNUM. Este método gamificado permite trabajar los componentes clave del procesamiento numérico:

  • El verbal. Por ejemplo, para el dictado o la lectura de números.
  • El ejecutivo. Por ejemplo, el cálculo mental.
  • El visoespacial. Por ejemplo, la construcción de bloques.
  • El de magnitud. Por ejemplo, la comparación de números.

Actualmente se sigue trabajando para mejorar la detección e intervención precoz de la discalculia. Ello debe repercutir en una menor tasa de fracaso escolar.

Esto se podrá lograr, sobre todo, gracias a la detección e intervención precoz que permiten estas herramientas y que es muy importante ajustar a las dificultades específicas de cada niño o niña para mejorar su eficacia.

*Escrito por Sergi Grau Carrión, profesor e investigador de la Universitad Central de Catalunya; y Josep M Serra Grabulosa, profesor titular de la Psicobiología de la Universitad de Barcelona.

*The Conversation es una fuente independiente y sin fines de lucro de noticias, análisis y comentarios de expertos académicos.

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