Salud

Volcán Popocatépetl: estas son las enfermedades que causa su ceniza y actividad

Las cenizas que lanza el volcán Popocatépetl afectan a los ojos y vías respiratorias.

Los materiales que arroja el volcán Popocatépetl son dañinos a la salud.

Las fumarolas y caída de ceniza del volcán Popocatépetl no solo afectan la vida diaria de sus ‘vecinos’ sino también la salud de quienes viven cerca de él.

Las cenizas que lanza el ‘Popo’ generan enfermedades que dañan, principalmente, los ojos y las vías respiratorias. Por eso también se le pide a la población de las zonas de Puebla y Edomex estar alerta.

Otra de las consecuencias a la salud se origina en el sistema digestivo al consumir alimentos expuestos a partículas de roca y minerales del volcán Popocatépetl.

El Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred) detalla que la ceniza ocasiona los siguientes malestares:


  • Irritación ocular.
  • Lagrimeo.
  • Sensación de un cuerpo extraño en el ojo.
  • Escurrimiento nasal.
  • Tos constante.
  • Picazón.
  • Hinchazón.
  • Enrojecimiento en los ojos.

¿Cómo afecta la ceniza del volcán Popocatépetl a las vías respiratorias?

La recomendación que dieron las autoridades de Protección Civil es usar cubrebocas para que la ceniza no entre a las vías respiratorias.

En esta zona la ceniza también causa inflamación y hasta reduce la capacidad de respirar por lo que podría generar complicaciones.

Protección Civil pide a la población prevenir enfermedades y afectaciones a causa de la actividad del volcán y tomar las siguientes medidas de prevención:

  • Usar cubrebocas.
  • Utilizar careta o goggles.
  • Evitar actividades al aire libre.
  • Guardar la calma ante algún malestar.
  • No automedicarse.
  • Limpiar la nariz con agua natural o agua de mar en spray.
  • Limpiarse los ojos con agua natural.
  • Cerrar ventanas o cubrirlas.

A quienes padecen enfermedades respiratorias se les recomienda quedarse en casa y evitar entrar en contacto con la ceniza del volcán.


Cenapred explica que las partículas menores a 4 micras, que integran la ceniza volcánica, se alojan en los alvéolos de los pulmones.

El cuerpo encapsula las partículas como mecanismo de defensa del pulmón y después se forma una cicatriz que causa inflamación y reduce la capacidad para respirar.

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