Salud

Resfriado de verano: ¿Cuáles son los síntomas y cómo se puede prevenir?

Niñas, niños y bebés son más propensos a enfermarse del llamado resfriado de verano, que se presenta normalmente en los meses en que hace más calor.

El resfriado de verano es producido por los enterovirus, que pueden afectar los tejidos de la nariz, la garganta y los ojos. (Shutterstock).

La tercera onda de calor está por terminar en México. Sin embargo, los especialistas ya ven venir una más, que estaría presente en territorio nacional a partir del 1 de julio.

Las ondas de calor son definidas como periodos de tres días o más, donde las temperaturas son mayores a 30°C.

Ante temperaturas tan altas y con escasas o nulas lluvias, las autoridades han compartido una serie de recomendaciones para que las personas no se vean afectadas por golpes de calor, que pueden llegar a causar la muerte si no se atienden de manera adecuada.

Otra afectación a la salud es la llamada gripe o resfriado de verano. Esta enfermedad es producida por los enterovirus, que pueden afectar los tejidos de la nariz, la garganta y los ojos.

¿Cuáles son los síntomas del resfriado de verano?

Los enterovirus son más comunes cuando se transita de una estación del año a otra, en especial a verano e invierno.

Estos son algunos de los síntomas:


  • Fiebre repentina.
  • Dolor de garganta.
  • Sequedad de garganta.
  • Mucosidad nasal.
  • Heridas que se producen en el interior de la nariz.
  • Dolor de cabeza.
  • Dolores musculares.
  • Náuseas.
  • Vómitos.
  • Conjuntivitis.
  • Erupciones cutáneas.
  • Si el virus es muy agresivo, puede afectar al cerebro o al corazón.

Este tipo de resfriado es muy común en niños y bebés. Normalmente, los adultos desarrollan inmunidad y, por lo tanto, ya no se contagian.

El resfriado de verano y sus síntomas desaparecen sin tratamiento, después de un par de días.

¿Cómo prevenir el resfriado de verano?

Los especialistas comparten algunas recomendaciones para evitar el resfriado de verano:

  • No tomar agua helada de golpe si antes se pasó tiempo en el sol o se hizo ejercicio intenso.
  • Comer frutas y verduras ricas en vitamina C.
  • Tomar dos litros o más de agua.
  • Lavarse con frecuencia las manos, en especial si constantemente se tocan superficies.





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