El romero es una planta que puede ser utilizada como condimento para algunos platillos o beberse en té, pero en cualquiera de sus formas –culinarias o incluso aromáticas– ha sido popular en la medicina tradicional herbolaria por los beneficios que puede traer a tu salud.
Es originaria del Mediterráneo. A lo largo de los años se han investigado sus componentes, especialmente el ácido carnósico y el ácido rosmarínico que brindan apoyo con propiedades antimicrobianas, antiinflamatorias y antioxidantes.
Los usos y beneficios del romero
De acuerdo con el portal Heathline, el romero es aliado para combatir las infecciones y sus hojas facilitan la cicatrización. Además, puede prevenir algunas enfermedades por su poder antiinflamatorio, como las cardiacas, la diabetes tipo 2 o el cáncer, pues se le conoce como antitumoral al retrasar el crecimiento de células de leucemia, cáncer de mama y próstata.
El ácido rosmarínico es también un conservante natural que ayuda a aumentar la vida útil de los alimentos perecederos. Asimismo, reduce el nivel de azúcar en la sangre al aumentar la absorción de glucosa en las células musculares.
En cuanto a la salud del cerebro, lucha contra los efectos negativos de su envejecimiento y los padecimientos neurodegenerativos por su efecto contra la muerte de las células cerebrales. Un estudio en animales reveló que favorece la recuperación de afecciones que pueden provocar daño cerebral.
Si sufres de estrés y ansiedad, con solo olerlo puede mejorar tu estado de ánimo, concentración y memoria, además que es apto para ayudarte a la visión y salud ocular, por ejemplo, al alentar la aparición de cataratas.
Es bueno para la salud del corazón. Si lo consumes habitualmente puede promover la digestión e impulsa bajar de peso. Si tienes caída de cabello, podrías reducirla al aplicarlo en el cuero cabelludo, ya que una de sus utilidades más famosas es contribuir a su crecimiento.
Según la National Library of Medicine del National Center for Biotechnology Information rebaja los síntomas del síndrome de abstinencia de opioides, los dolores de cabeza, la migraña, el insomnio, el dolor de estómago o reumático, los espasmos, la agitación nerviosa, la fatiga, además que sus efectos medicinales defienden al organismo del Alzheimer o la epilepsia.