La Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) informó que ha hecho un análisis a medicamentos que contienen cefalosporinas, que son un tipo de antibióticos. Y ha emitido una alerta sanitaria por estos.
De acuerdo con la investigación, estos antibióticos del grupo de los beta-lactámicos pueden causar reacciones como convulsiones, confusiones y alteraciones leves en el sistema nervioso central.
En el caso de las convulsiones, Cofepris explica que las y los pacientes que presentaron esta reacción dejaron de tener estos ataques cuando suspendieron el uso de medicamentos con cefalosporinas.
¿Qué dijo la Cofepris sobre las cefalosporinas?
Cofepris ha solicitado a titulares de registros sanitarios que modifiquen la información sobre la prescripción de este tipo de medicamentos, cuyas consideraciones deberán ser:
Advertencias y precauciones: Incluir la leyenda sobre la posible aparición de convulsiones, principalmente en pacientes con historial de falla renal o con trastornos preexistentes del SNC.
Reacciones adversas: Agregar el término ‘convulsiones’.
Dosis: Ajustar la dosis en caso de falla renal.
Además, la Cofepris señala que el personal médico tendrá que revisar el historial de salud de los pacientes antes de recetar o suministrar medicamentos con cefalosporinas y evitar hacerlo en aquellas personas que tienen antecedentes de convulsiones, transtornos del sistema nervioso central o falla renal.
“Adicionalmente, se debe informar a los pacientes sobre la posibilidad de experimentar convulsiones durante el tratamiento. En caso de que ocurran, es necesario suspender el medicamento y buscar una nueva evaluación médica. Cualquier reacción adversa o malestar se debe reportar a través del correo electrónico: farmacovigilancia@cofepris.gob.mx”, indica Cofepris en un comunicado.
¿Qué son los medicamentos con cefalosporinas y para qué sirven?
Las cefalosporinas son antibióticos de amplio espectro y existen cinco generaciones de este tipo de medicamentos.
Por ejemplo, los fármacos de primera generación ayudan a tratar infecciones de la piel y los tejidos blandos, que suceden por infección por estafilococos y estreptococos.
En el caso de las cefalosporinas de segunda generación, se usan para tratar la presencia de anaerobios (por ejemplo en casos de sepsis intraabdominal, úlceras por decúbito o infecciones del pie diabético).
Los de tercera generación (ceftriaxona y cefotaxima) se usan en el tratamiento en casos de infecciones en la piel o tejidos blandos por estreptococos.
Las recomendaciones médicas sobre este tipo de medicamentos indican que no deben administrarse en pacientes con antecendentes de hipersensibilidad mayor a cefalosporinas, de acuerdo con el Manual MSD.