Salud

Armenia: MSF ofrece apoyo de salud mental a personas desplazadas de Nagorno-Karabakh

Los equipos de salud mental de MSF continúan dando seguimiento a los pacientes que han sido alojados en algunos de los hoteles.

El 28 de septiembre, un equipo médico de Médicos Sin Fronteras (MSF) comenzó a recibir pacientes en el centro de registro en Goris, en la provincia de Syunik, al sur de Armenia. (MSF).

El pasado martes 19 de septiembre, Azerbaiyán lanzó un ataque militar en varias áreas de Nagorno-Karabakh. La región es una república autoproclamada, reconocida internacionalmente como perteneciente a Azerbaiyán, pero que tradicionalmente ha sido el hogar de muchas personas de etnia armenia. Después de que se lograra un acuerdo de cese al fuego 24 horas después, más de 100 mil residentes en la región buscaron su camino hacia Armenia a través del corredor Lachin, localizado entre la región y la frontera, que ha estado cerrada durante los últimos 10 meses.

Las personas desplazadas tienen una urgente necesidad de apoyo en salud mental, a la par de otras necesidades sociales y médicas.

El 28 de septiembre, un equipo médico de Médicos Sin Fronteras (MSF) comenzó a recibir pacientes en el centro de registro en Goris, en la provincia de Syunik, al sur de Armenia. Dos integrantes del equipo de psicología han proveído consultas de salud mental y primeros auxilios psicológicos a más de 200 personas en pocos días.

“Estamos tratando con personas que han perdido todo”, dice Narine Danielyan, líder del equipo médico de MSF en Goris. “Nuestra aproximación incluye numerosos pasos, incluyendo construcción de confianza, asegurar bienestar, estabilizar a las personas en estrés agudo, proveer asistencia prácita, reconstrucción de conexiones sociales, estrategias de afrontamiento y conectarles a más recursos y servicios”.

Las personas que llegan con MSF seguido están exhaustas de cargar múltiples maletas; seguido están buscando por apoyo específico o solamente a alguien que pueda escuchar sus historias y preocupaciones.

La mayoría sufren de problemas de salud mental, y el equipo médico de MSF ha observado en los pacientes estrés, inseguridad sobre el futuro, shock, negación, miedo, enojo, luto, trastornos de sueño y síntomas físicos como dolores de estómago. Pero esto es solamente la punta del iceberg en términos del sufrimiento a largo plazo que las personas pueden soportar.


“Una mujer llegó con nosotros, repitiendo su deseo de regresar a casa inmediatamente y pidiendo nuestra ayuda”, dice Narine Danielyan. “Casi todas las personas con las que hablamos nos dicen que perdieron a alguien que aman o a un familiar lejano. La gran mayoría de ellas están devastadas y gravemente afectadas a nivel psicológico”.

Los equipos de salud mental de MSF continúan dando seguimiento a los pacientes que han sido alojados en algunos de los hoteles o centros cercanos al punto de recepción en Goris, ofreciendo sesiones de salud mental.

Mientras tanto, nuestros equipos siguen participando activamente en la evaluación de las necesidades cambiantes, con un enfoque específico en la atención médica general, la continuidad de la atención a pacientes con enfermedades no transmisibles y el tratamiento de infecciones respiratorias, entre otros padecimientos.

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