El calor está llegando a niveles nunca antes vistos en el país, y este lunes 15 de abril la Ciudad de México llegó a su temperatura récord de 34.2 grados, un registro sin precedentes y superior a los 33.9 grados reportados el 9 de mayo de 1998.
La situación no solo afecta a la Ciudad de México, sino que a todo el mundo, ya que con marzo se sumaron 10 meses rompiendo temperaturas récord anuales, es decir, que marzo pasado fue más caluroso que el mismo mes del año pasado. Asimismo, febrero pasado hizo más calor que el mismo mes del año pasado y así sucesivamente.
Las implicaciones son varias, desde luego podríamos comenzar con las sequías ante la ausencia de lluvias, o que los ciclones tropicales se han vuelto más agresivos debido a las altas temperaturas en los océanos por fenómenos como El Niño. Incluso podríamos señalar temas como la inflación ante la escasez de productos básicos; sin embargo, también es importante resaltar el impacto del calor en la salud mental, que afecta a distintos sectores de la población.
La Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) explicó algunos problemas relacionados con la salud mental que tienen un mayor impacto en temporadas de calor, esto debido a varios motivos científicos relacionados a cómo las altas temperaturas pueden modular regiones cerebrales encargadas de regular el estado de ánimo, según lo que explicó Mario Alberto Arias García, académico de la Facultad de Psicología.
Así es como el calor puede poner violentas a las personas
La UNAM cita un estudio de la Yale Journal of Biology en el que se explica que durante ondas de calor el riesgo general de muerte por agresión aumenta 1.4 por ciento por cada grado centígrado de aumento a la temperatura ambiente.
Este indicador afecta especialmente a hombres, adolescentes y personas con menor nivel educativo, que en muchos casos pertenecen a sectores vulnerables de la población.
“El estrés por calor puede incrementar la irritabilidad y el comportamiento agresivo al afectar los procesos cognitivos y la actividad de neurotransmisores en el cerebro”, explica el estudio.
Expertos de universidades como Zurich y Oxford apuntaron en The Conversation que el calor también influye en el aumento del estrés y la depresión, ya que tienden a profundizarse los síntomas de las personas que padecen depresión, lo que puede tener impacto en las tasas de suicidios o intentos de estos.
El dato que se ofrece en ese sentido es que las muertes relacionadas con salud mental aumentan 2.2 por ciento por cada grado centígrado superior a la temperatura promedio.
Los expertos sugieren que la violencia incrementa debido a que hay personas que no piensan con claridad debido al calor, lo que les lleva a la frustración y posteriormente realicen ataques violentos. Es posible que estos incrementen el 3.5 por ciento con cada grado por encima de la temperatura promedio.
El motivo por el que ocurren diversas agresiones con el calor, según la UNAM, puede atribuirse a que, con los aumentos de temperatura, “se modula la funcionalidad del hipotálamo que se divide en dos partes: “la dorsal, encargada de la sensación de temperatura, y la ventral, que regula las emociones, especialmente de la conducta agresiva”.
Salud mental en temporadas de calor: ¿Qué puedes hacer para cuidarte?
Si bien las temperaturas extremas, no solo el calor, pueden disparar padecimientos mentales e incluso contribuir a enfermedades como la depresión, lo ideal es pedir ayuda en caso de que el malestar sea algo que no puedas controlar. Por ello, la UNAM recomienda estar atento a tu estado de ánimo y actuar en consecuencia yendo con algún especialista de la salud mental.
Con ello podrás prevenir las afectaciones que hace el calor a tu comportamiento y a los síntomas que puedas tener respecto a tu salud mental.
El estrés y la ansiedad son factores que pueden contribuir a que te des cuenta si el clima te está afectando, así como problemas para dormir.
Algunas de las recomendaciones son:
- Permanecer bajo la sombra.
- Usar ropa ligera que permita regular la temperatura, preferiblemente de colores claros.
- Mantenerse bien hidratado.
- Consumir frutas y verduras.
- Evitar estar expuestos al calor en las horas pico
- Evitar el consumo de alcohol, ya que incrementa el riesgo de la manifestación de conductas violentas.