Salud

Un cigarro en el embarazo puede causar graves problemas de salud al bebé, según estudio

Fumar un solo cigarro antes o durante el embarazo aumenta un 32% la probabilidad de que el bebé presente problemas graves de salud.

Fumar un cigarro antes o durante el embarazo puede provocar graves problemas de salud en el bebé, según estudio. (EFE)

Las mujeres que intentan quedar embarazadas, o que ya lo están, deberían dejar de fumar porque un solo cigarrillo al día, antes o durante la gestación, basta para causar importantes problemas de salud en el bebé, de acuerdo con un estudio publicado, este martes, en la revista Journal of Epidemiology & Community Health.

Al ser un estudio observacional, las conclusiones no son firmes, pero los autores creen que los resultados demuestran que no hay un periodo ni un nivel seguro de consumo de tabaco poco antes o durante el embarazo, por lo que insisten en la necesidad de prevenir la iniciación al tabaquismo y promover el abandono de este hábito en las fumadoras.

Solo en Estados Unidos, una de cada diez embarazadas fuma, pese a que se sabe que esta práctica durante el embarazo eleva el riesgo de parto prematuro, bajo peso al nacer y retraso del crecimiento en el útero.

Lo que no se ha estudiado tanto es hasta qué punto el momento y la intensidad del consumo de cigarrillos por parte de la madre pueden afectar al recién nacido, y eso es importante porque muchas mujeres creen que no pasa nada por fumar antes de la concepción o en el primer trimestre.

Para averiguarlo, un equipo de científicos de China y Suiza, liderados por Lili Yang, de la Universidad Shandong (China), emplearon los datos nacionales de nacimientos de los Estados Unidos (NVSS) entre 2016 y 2019, que registró 15.3 millones de nacimientos vivos.

Al excluir los partos múltiples, las mujeres con presión arterial alta o diabetes antes del embarazo, o sin información sobre el consumo de cigarrillos en los 3 meses anteriores y durante su embarazo, quedaron 12.1 millones de parejas madre-hijo disponibles para el estudio.


Cerca del 9 por ciento de las madres habían dejado de fumar antes del embarazo, el 7 por ciento en el primer trimestre, el 6 por ciento en el segundo y algo menos del 6 por ciento en el tercero.

Las mujeres que fumaban presentaban más factores de riesgo de problemas de salud neonatal: tendían a ser más jóvenes, blancas no hispanas, solteras y obesas, y a tener un nivel educativo bajo, más partos previos y menos asistencias a la atención prenatal.

Los principales problemas de salud neonatal fueron necesidad de ventilación asistida inmediatamente después del parto; ventilación asistida durante más de 6 horas; ingreso en la Unidad de Cuidados Intensivos para ventilación mecánica continua; sospecha de sepsis, convulsiones o problemas neurológicos graves. La prevalencia de todos estos problemas fue ligeramente inferior al 9.5 por ciento.

Fumar antes del embarazo o en cada uno de los 3 trimestres del embarazo se asoció con un mayor riesgo de problemas neonatales graves.

El riesgo de tener más de un problema grave de salud neonatal si la madre fumaba antes del embarazo era un 27 por ciento mayor, y un 31-32 por ciento mayor si fumaba en cualquier momento del embarazo, y el riesgo de ingreso en cuidados intensivos neonatales era un 24 por ciento más si la madre fumaba antes del embarazo, y hasta el 32 por ciento mayor si fumaba en la gestación.

Las mujeres que fumaban sólo antes del embarazo o durante el primer, segundo o tercer trimestre tenían más probabilidades de que su recién nacido sufriera más de un problema de salud importante que las mujeres que no fumaban en ningún momento.

Incluso fumar uno o dos cigarrillos al día se asoció con un mayor riesgo de problemas de salud neonatales importantes.

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