CIUDAD DE MÉXICO. De 1990 a 2012, la tasa de suicidios en México presentó una tendencia creciente de 114 por ciento, al pasar de 2.2 a 4.7 casos por cada 100 mil habitantes, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
Con motivo del Día Nacional y Mundial para la Prevención del Suicidio, este 10 de septiembre, el Inegi indicó que en México la publicación de datos sobre intentos de suicidio y suicidios consumados comenzó en la década de 1930, mientras que en 1995 inició su publicación detallada.
Los registros administrativos en 2011, señalaron al país con uno de los niveles más bajos mundialmente, con una tasa de suicidios de 4.9.
Ese dato aumentó para 2012 ya que se registraron cinco mil 549 suicidios, de los cuales 80.6 por ciento fueron consumados por hombres y 19.4 por ciento por mujeres, lo que significa que ocurren cuatro suicidios de hombres por cada suicidio de una mujer.
Se detalló que el principal método utilizado para cometer el suicidio, tanto en hombres como en mujeres, fue el ahorcamiento y el estrangulamiento, con 79.5 y 68.4 por ciento, respectivamente.
Tambén se indicó que en 2012 se registraron 826 suicidios en adolescentes de 15 a 19 años, lo que representa una tasa de 7.4 muertes por cada 100 mil adolescentes.
Por su parte, la Secretaría de Salud dio a conocer en enero pasado que en los últimos 30 años, el número de suicidios en el país aumentó 300 por ciento.
La dependencia federal alertó que este fenómeno se incrementa con rapidez entre los adolescentes y constituye una de las primeras causas de muerte en este sector.
Para enfrentar ese problema, la Organización Mundial de la Salud (OMS) plantea estrategias que incluyen la restricción del acceso a métodos comunes de suicidio como armas de fuego y sustancias tóxicas como plaguicidas, la prevención y el tratamiento adecuados de la depresión y del abuso de alcohol, al igual que el seguimiento de quienes han intentado privarse de la vida, las cuales han demostrado su eficacia para reducir las tasas de suicidio.
Sin embargo, la OMS consideró que para abatir el problema se necesita el compromiso y trabajo conjunto de diferentes sectores como los de salud, educativo y seguridad.