CIUDAD DE MÉXICO. Las penas que en México imponen las autoridades cuando hay una afectación ambiental, son sólo pequeñas sanciones que no reparan en nada el daño real y que están muy alejadas de hacerlo.
Así lo advierten especialistas en el tema, quienes aseguran que dichas sanciones económicas son, más bien, una especie de aval para seguir contaminando.
Añaden que durante años las destrucciones causadas han afectado no sólo a los ecosistemas, sino a la población en general quien vive y depende de ellos.
Luego de que se dio a conocer que la Comisión Nacional del Agua impuso un pago de un millón 200 mil pesos a Grupo México por haber afectado, el pasado seis de agosto, un cuerpo de agua federal con un derrame de 40 mil metros cúbicos de ácido sulfúrico en la mina de Cananea en Sonora, y que la Procuraduría de Protección al Ambiente (Profepa) analiza iniciar un juicio por responsabilidad ambiental que pudiera llevar también a una multa superior.
Sinaí Guevara, coordinadora de la Campaña de Tóxicos de Greenpeace México, refirió que las multas ambientales son pagar por el derecho a contaminar.
"Los correctivos más allá del costo, se usan como una medida para hacer un borrón y cuenta nueva con las industrias".
Gustavo Alanís Ortega, director general del Centro Mexicano de Derecho Ambiental (Cemda), destacó que valdría la pena revisar en México si las medidas que están en la Ley para sancionar son las adecuadas.
"Ahora se está planteando la posibilidad de tener un Código Ambiental Único, me parece que sería un momento de oportunidad -independientemente de que sí el código va o no va- para poder discutir, analizar, reflexionar sobre la Ley, particularmente lo que tiene que ver con los montos con que se sanciona, porque aunque te impongan una multa, de 50 mil días de salario mínimo (siete millones 233 mil 675 pesos) que es la máxima que establece la norma ambiental, eso de ninguna manera regresa la vida y no remedia".
El doctor José Alberto Lara Pulido, académico de la Universidad Iberoamericana, consideró que para aplicar multas más altas se requieren estudios específicos que toman tiempo.
Una semana después del derrame de ácido sulfúrico en el Río Sonora, la emergencia sigue en siete municipios de la zona, e incluso se ha extendido a la capital, pues el agua del Río alimenta varias de las fuentes de alimentación de agua potable de que dispone Hermosillo.
-Con información de Demián Duarte