Justin Kan fundó en 2007 la plataforma para transmitir videos Justin.TV, que a la postre se convirtió en Twitch, empresa que vendió en a Jeff Bezos, creador de Amazon.
Gracias al pago que recibió, Kan intentó hacer otro proyecto, llamado Atrium y enfocado en tecnología jurídica; sin embargo, este no generó los resultados esperados.
Debido a lo anterior, Kan compartió un video en sus redes sociales en el que da ocho enseñanzas para poder sobresalir y tener éxito en el mundo de los negocios.
1. “Construye algo en lo que creas y ames, no para tu ego. Como ocurre con la mayoría de los fundadores después de una gran venta, mi ego no dejaba de insistir en que pensara en ‘algo más grande’. Mis sueños estaban llenos de números increíblemente grandes: una empresa de diez mil millones de dólares; una empresa de cien mil millones de dólares”.
2. “No teníamos clara nuestra misión desde el principio. Es muy difícil escribir la misión a posteriori. Hay que empezar con una razón de ser clara y filtrar las primeras contrataciones para que sean creyentes. Sin objetivos claramente definidos entre los cofundadores, pueden surgir enormes costes de fricción”.
3. “En Atrium contratamos a demasiada gente muy rápido y no logramos establecer una cultura cohesiva desde el principio. Esto es increíblemente difícil de cambiar más adelante”.
4. “Priorizar el crecimiento sobre el producto. Levantamos una serie A de 10 millones de dólares con sólo una idea. Nos centramos en el crecimiento por encima de todo lo demás. Aunque aumentamos con éxito nuestra base de clientes, no pudimos retenerlos. Simplemente, no habíamos dedicado el tiempo suficiente a perfeccionar nuestro producto”.
5. “No definimos nuestro ‘quién’ desde el principio. No estaba claro a quién servía Atrium: a los abogados o a los clientes que compraban nuestros servicios jurídicos. Sin hacer la distinción, caímos en el pozo de intentar ser todo para todos. Por el contrario, al principio de Twitch, decidimos que solo serviríamos a los streamers e insistiríamos hasta que pudiéramos servirles de la mejor manera posible”.
6. ”Liderazgo de ganar o morir. Mis colegas necesitaban ser apoyados y preparados para el éxito. Mi estrategia de “ganar o morir” no funcionó y, lo que es peor, tensó las relaciones. Perdí varios amigos de esta manera. Un enfoque más empático habría sido al menos una inyección de moral para el equipo”.
7. “No descubrir mi motivación intrínseca me impidió ser resistente en situaciones difíciles. Mi gran pregunta era: ¿realmente quiero ser el director general y construir productos? Tampoco tenía pasión ni interés real en la tecnología legal. Después de Atrium, me di cuenta de que construir productos y ser un CEO no era mi objetivo principal. Me encanta la gente interesante, las historias y las ideas. Todo esto me ha llevado a la creación de contenidos. Ahora estoy mucho más actualizado y persigo algo que me satisface”.
8. “Mis fracasos no me definen. Es una mier... tener que cerrar una empresa. No fui el único afectado y defraudé a mucha gente. Lidiar con ello avanzando para descubrir lo que es importante es lo que realmente importa. Siéntete orgulloso de tus fracasos, úsalos como una insignia”.