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No necesitas ser economista o ingeniero en sistemas para entender el criptomundo

José María Ramos, ingeniero químico, apasionado por la economía y las finanzas, tuvo la intención de hacer una guía para adentrarse en el criptomundo.

Criptomonedas (Bloomberg)

¿Por qué el bitcoin es ‘la economía del futuro’? Con el auge de las criptomonedas, esa es una de las preguntas que seguramente te has hecho. Lo cierto es que por más enajenación que se tenga sobre el tema, la sentencia obliga a profundizar en dicho tópico, sobre todo en regiones como Latinoamérica y México, en específico, donde los usos y costumbres locales hacen que el tema de dinero sea considerado todavía como algo ‘tabú’.

Sin embargo, con alevosía y ventaja, el ambiente del autonombrado criptomundo, pone en tela de juicio el concepto de ‘dinero’. Es decir, para exponer sobre la ‘economía del futuro’, se tiene que entender qué es realmente el dinero, porque al final de cuentas se presenta como un activo económico un tanto diferente al que conocemos.

Lo mismo sucede con el blockchain, que fue vital para crear nuevos modelos de negocios, descentralizados de las instituciones. De hecho, la pregunta que genera este concepto es muy similar al cuestionamiento anteriormente planteado: ¿cómo es que funciona? Cuenta con un protocolo que permite que cualquier persona pueda registrar transacciones comerciales mediante una secuencia de datos vinculados, que no está controlado por nadie, pero que es seguro, ¿qué significa eso?

Estas son algunas de las interrogantes que José María Ramos, ingeniero químico de profesión, pero ferviente apasionado de la economía y las finanzas, detalla en Un salto vertical al criptomundo: una guía para principiantes y veteranos’, libro en el que explica los procesos que atraviesan el bitcoin y las criptomonedas en su camino por convertirse en el activo financiero más importante del mundo del futuro.

El escrito tiene la intención de ser una guía para cualquier persona. Desde cero, sin tener que ser economista financiero o ingeniero en sistemas, quien sea que tenga curiosidad y que ha tenido interés por acercarse al criptomundo, pueda entender de qué se trata el bitcoin, señala José Ramos en entrevista para El Financiero.

Poco a poco, diferentes empresas empiezan a invertir en este tipo de activo. Se suman países como El Salvador que ya declaró al bitcoin como moneda de recurso legal para operar junto a otras divisas, como el dólar.

El flujo económico, al ser digital, permite acceder a una casa de bolsa que abre 24 horas del día, los 7 días de la semana, 365 días al año, para mandar dinero sin tener que pedir permiso y sin ningún intermediario. También es un vehículo de inversión que permite entrar a nuevos modelos de negocios e invertir en nuevos esquemas más allá de limitantes.

En las inversiones siempre hay riesgos, pero comprendiendo que hay modelos de negocios que ya no dependen de fronteras, como sucede con las famosas ICO (acrónimo que significa Initial Coin Offering, un aspecto más de las criptos), hacer este tipo de ofertas de negocios digitales desde cualquier lugar en el mundo, a tiempo real, se presenta como algo revolucionario, asegura.

Bitcoin propone un sistema con base en el almacén de energía: ¿a qué se refiere con esto? Con un modelo termodinámicamente cerrado, se puede abrir paso a dicha energía a largo plazo, lo que mantendrá el poder de compra que tiene en la actualidad sin posibilidad de una devaluación.

El plan de José Ramos es terminar con el pensamiento de que es algo ‘muy difícil de entender’, pues incluso cuando hay especialistas y personas inmiscuidas en dicho tópico, a veces luchan por señalar cuál es su valor como recurso único, lo que no genera confianza para abordar con mayor profundidad dicho asunto, refirió.

José María Ramos, como ingeniero químico, está muy apegado a la parte tecnológica, por lo que para definir qué tan lejos llegará el mundo de las criptomonedas, lo principal a entender y desarrollar es el concepto que se tiene sobre el dinero en la actualidad, explica.

Otro punto importante a destacar es el impacto que tiene más allá del ámbito financiero. El criptomundo se abre a la comunidad en general, sobre todo porque ‘arregla’ el dinero: hoy en día, se enseña que se tiene que arriesgar lo ya ganado para no perderlo, y las criptomonedas son un sistema alternativo que ofrece a las personas una viabilidad que antes no se tenía, sobre todo cuando hay crisis o inflación y hasta hiperinflación.

En tiempos de crisis, los Gobiernos han declarado ilegal los activos financieros para evitar la recesión, y las criptomonedas son una iteración que va más allá, ellas mismas dicen que “es dinero para la gente y se puede guardar con toda seguridad”, afirma José Ramos.

Si bien, por el momento, los países que tienen control sobre el sistema financiero predominante no quieren abrirse ante la alternativa, hay algo innegable: prohibir las criptomonedas es imposible. En el criptomundo, hasta el momento, no hay intermediarios, por lo tanto, no existe una puerta ‘que cerrar’.

A diferencia de lo que sucede con las empresas que crean sus propias criptomonedas, donde se ven protocolos centralizados alarmantes porque son proyectos tecnológicos que están iterando, la ley ubica que hay un corporativo y estos pueden ser regulados, a lo que aspiran estos gobiernos es tratar de cerrar la ventana a las personas que quieren llegar a dicho mundo, mermando criptonegocios o portales de compra y venta de divisas digitales, asegura.

Las ALT Coins (criptomonedas alternativas) son más especulativas, pero hay muchas que batallan por encontrar su oferta de valor y utilidad y caen presa de la euforia y del pánico; sin embargo, para José Ramos, hay proyectos que están creando cosas muy interesantes, tal es el caso de Mana, SandBox o muchas otras, con Metaverso, las monedas virtuales se dispararon y esa emoción ayuda a que las personas comiencen a forjar su propio interés y a profundizar un poco más en cómo funciona el criptomundo, contó para El Financiero.

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